Javier Boix, letrado de Francisco Camps, atacó la credibilidad del sastre José Tomás y aseguró que su cliente se ha visto perjudicada por el conflicto que el principal testigo de la acusación mantiene con el empresario Eduardo Hinojosa, responsable de las tiendas. El sastre insistió en el juicio en que Camps «jamás» se pagó los trajes. El abogado del expresidente de la Generalitat arremetió contra testigo de cargo al recordar al jurado las contradicciones en sus diferentes declaraciones e ironizó con que «incluso tenía una columna en una revista de variedades».

Boix precisó que José Tomás dijo primero que Camps «se lo pagaba todo» y que «preguntaba por los precios y no era un hombre de gastar». El letrado indicó que un mes después «cambió radicalmente de versión. ¿Qué pasó en ese intervalo? Pasó que Tomás fue despedido el 11 de febrero de 2009». Javier Boix sentenció: «El despido de Hinojosa a Tomás le ha costado a mi cliente la vida» y pidió que «Hinojosa y Tomás diriman sus diferencias en Madrid, pero que nos dejen tranquilos en Valencia».

El abogado mantuvo que «se quiere construir una historia en base a cosas que no son ciertas» y «eso hay que denunciarlo públicamente». Boix aseguró que Camps pagó algunas de las prendas de ropa y las otras«no existieron nunca». El defensor del exjefe del Consell insistió en que «es absurdo» atribuir algunos encargos de trajes a Camps cuando según su agenda no estaba en Madrid.

Familia «humilde»

El abogado reiteró que no hay ni una conversación en toda la causa que acredite el regalo de prendas. Javier Boix destacó que la familia de Camps «es humilde» y recordó que Isabel Bas (esposa del expresidente) dijo en una de las grabaciones que no se iba a quedar el regalo que le entregó «El Bigotes» en Reyes. Además, trató de convencer al jurado de que Álvaro Pérez nunca estuvo en la vivienda de Camps a pesar de lo que ha salido en las conversaciones intervenidas.

El letrado cuestionó el análisis de la prueba extraída de la supuesta caja B porque la Fiscalía no pidió más periciales. «Es infumable que las acusaciones mantengan que hay documentación que no ha salido», sentenció.

El penalista insistió en que en el caso no hay prueba de cargo. «Si no hay objeto de delito es como un homicidio sin muerto. ¿Dónde están las piezas de convicción? ¿Dónde están los zapatos? ¿Y la chaqueta de fantasía? No hay ninguna foto con Camps con esa prenda», subrayó. De forma didáctica explicó después al jurado que el delito se consuma cuando se utilizan los regalos e insistió: «¿Quién ha visto a Camps con las prendas cuando era fácil comprobarlo con fotos y videos?».

Javier Boix advirtió al tribunal popular de que, según el Supremo, para que haya delito debe existir vinculación entre las dádivas y la consideración de cargo público, y defendió que en este caso es imposible porque Camps no tenía competencias para adjudicar contratos. Además, añadió que si recibió algún regalo fue por su cargo en el PPCV.

Pruebas que «son humo»

El abogado incidió en que las únicas pruebas de la acusación «son humo». Un ejemplo, a su juicio, «son las llamadas de Camps al sastre» cuando se produjeron las detenciones y los registros. Boix apuntó que «es humano» y «decidió llamar insistentemente a Tomás cabreado por lo que estaba sucediendo y aquel le dijo que se no se preocupara».

El letrado cuestionó el testimonio de la cajera que dijo que Camps le dio la mano y se fue sin pagar. «Es absurdo. ¿Por qué no le dijo que pagara, que es lo que tenía que haber hecho? Ese argumento es absurdo», sentenció.

La defensa que la teoría de la conspiración «esta en la calle»

El abogado de Camps indicó al jurado que nunca ha hablado de conspiración como insinuaron las acusaciones. «Fuera de este tribunal se habla, pero aquí no. Jamás hemos dicho nada de la Fiscalía. ¿Por qué hablaron de la teoría de la conspiración? El juicio de la conspiración o no, es otro», lamentó. Javier Boix aseguró que es absurdo defender que la política no ha entrado en el juicio porque cuatro diputados autonómicos del PSPV se han personado en la causa como acusación popular. El letrado denunció que la exposición que hizo la acusación popular con vídeos y esquemas «interesados es típica de los partidos políticos» y trató de restarle credibilidad. El defensor de Camps destacó que es la primera vez que se enfrentaba a tres miembros de la Fiscalía en un mismo juicio y recalcó al jurado su extrañeza por la situación.