Quizá dentro de unos años el cartel ganadero de la Feria de la Magdalena de Castelló anuncie una divisa de la tierra. No es una utopía, pues Daniel Ramos ya trabaja para ello. El ganadero de Borriol comenzó a forjar este sueño el año pasado cuando fundó el primer hierro de primera categoría de la Comunitat Valenciana.

La afición de este joven empresario de 32 años le ha llevado a aunar ilusión y dedicación para materializar un proyecto con el que sigue los pasos de su padre, Salvador Ramos, quien también tuvo una ganadería en la misma finca en la que hoy ya pastan las reses de la divisa naranja y azul, la única valenciana de la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL).

En la finca Les Ermites de Borriol se fundó hace poco más de un año esta ganadería, aunque fue en 2009 cuando Ramos compró los derechos del hierro de Jaime Brujó. La divisa tiene los colores naranja, en homenaje a la tierra, y azul «por el mar Mediterráneo».

Daniel forma ya parte de la historia de la cabaña brava. Aunque existen más ganaderos valencianos que también son miembros de la UCTL, como Enrique Ponce, Fernando Peña o Los Chospes, pero sus fincas están situadas fuera de la C. Valenciana, en Jaén, Toledo y Albacete. Por ello afirma que «es un honor y un prestigio en una tierra como esta, con tanta afición, tantos toros, tanta pasión, poder ser el primer ganadero de toros de lidia».

Los comienzos de una ganadería no son nada fáciles. Hay que ser muy exigente con la selección de las vacas y los toros (sementales) que se van a juntar para comenzar el ciclo reproductor. En 2010 llegaron los primeros animales a la finca con la adquisición de 35 vacas y un toro semental de la ganadería La Martelilla, 15 vacas y dos sementales de Daniel Ruiz y 70 vacas y tres sementales de Marqués de Domecq, que supone el 50 % de toda la ganadería, por lo que se puede afirmar que el encaste de la ganadería es 100 % Domecq. «Es muy variado, puedes criar el tipo de toro a tu gusto, es el más completo que existe», afirma el ganadero.

Como en todas las ganaderías, se prueban a las reses en un tentadero a puerta cerrada para comprobar qué ejemplares se ajustan a lo que se busca. A partir de esta selección se eligen nuevos sementales para procrear. Y Daniel lo tiene claro: «Busco un toro que tenga muy buenas hechuras, de manos bajas, que humille con el hocico rozando la tierra, que tenga recorrido, que entre con acometividad al caballo, que galope, que tenga fijeza, que embista bien por los dos pitones, que se arranque desde lejos, que coja la muleta y se quiera comer el trapo». Es consciente, pese a todo, de que encontrar todas estas cualidades en un toro es un proceso largo y muy costoso. «No hace ni dos años que nos hemos embarcado en este proyecto, sé que es lento, al menos para 15 años, pero no tengo prisa».

En cualquier caso, se muestra muy satisfecho con la elección de sus seis sementales. «Tengo muy buena base para hacer una ganadería de prestigio». Algunas de las grandes figuras del toreo ya han pasado por su tentadero.

Si la provincia de Castelló siempre ha sido un referente a nivel nacional por ser la provincia que mayor número de festejos taurinos celebra a lo largo del año y por tener el mayor porcentaje de sus poblaciones que celebra festejos, un 95 % de los pueblos, más lo va a ser de la mano de un soñador, Daniel Ramos.