La Asociación de Ex-presos Sociales presentó ayer una denuncia dirigida a la Fiscalía de Cataluña contra el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, al que acusa de discriminación y de incitar al odio por sus declaraciones en TV-3 contra la homosexualidad. Según explicó el presidente de la asociación, Antoni Ruiz, la denuncia, que fue ayer enviada desde Valencia al fiscal coordinador de delitos de odio y discriminación de Cataluña, pide la apertura de diligencias porque considera que las declaraciones del prelado constituyen un delito tipificado en el artículo 510.2 del Código penal.

Según consta en la denuncia, el arzobispo de Tarragona afirmó el pasado día 23 en TV3, refiriéndose a los matrimonios homosexuales, que él distinguía "entre personas y el comportamiento de las personas. Todas las personas son hijas de Dios (...), pero hay comportamientos que no son adecuados ni para las personas ni para la sociedad; la Iglesia puede hablar, pero después no obligamos a nada porque no tenemos Mossos d'Esquadra ni prisiones".

El presidente de la Asociación de Ex-presos Sociales, que fue encarcelado durante tres meses en 1976 al ser denunciado por una monja por su condición homosexual, defendió que las afirmaciones del prelado "constituyen una grave agresión e incitan al odio y la discriminación contra el colectivo LGTB, por lo que debe responder de acuerdo con la ley". Ruiz recordó que la Iglesia colaboró con el franquismo en la persecución de los homosexuales "y fue una herramienta de la represión".

Según el presidente de la asociación de homosexuales represaliados, desde que se aprobaron los matrimonios entre personas del mismo sexo "hemos visto aumentar continuamente las agresiones de la jerarquía de la Iglesia Católica hacia nuestro colectivo". La Asociación de Ex-presos Sociales, que tiene su sede en Aldaia, argumenta en su denuncia que las declaraciones de Jaume Pujol tuvieron una amplia difusión en los medios de comunicación y que "las mismas constituyen la base de la derogada Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social, que entre 1970 y 1979 fue el instrumento para la represión de los homosexuales en nuestro país".

La Asociación Cristiana de Gais y Lesbianas de Cataluña (ACGIL) ya deploró las declaraciones y aseguró que su visión se debía a que "su experiencia de la homosexualidad ha sido mal vivida".