El sucesor de Enrique Crespo al frente del Ayuntamiento de Manises es su "hermano político" Francisco Izquierdo, primer teniente alcalde y portavoz del gobierno municipal desde 1999, cuando el PP ganó sus primeras elecciones por mayoría absoluta. Muy jóvenes, ambos entraron de la mano en la corporación en el año 1995 procedentes de Nuevas Generaciones.

El futuro alcalde comentó que se afilió al partido en 1993 "sin conocer a nadie", por iniciativa propia tras la "ilusión" que le provocó el ascenso del partido de la gaviota en las segundas elecciones generales de José María Aznar. Al entrar en el partido conoció al ya exalcalde Crespo, que organizó e impulsó a los jóvenes populares en Manises.

"Desde el primer momento sintonizamos, tuvimos una buena conexión", explicó ayer tarde el ya alcalde en funciones, quien añadió: "me he criado en el PP con el que considero que es mi hermano político. Siempre he trabajado con él y hemos compartido muchas cosas y el despegue de Manises como una ciudad importante". La fallecida Amparo Valldecabres era el otro gran apoyo de Crespo. Tras su muerte el pasado septiembre, Izquierdo ocupó la secretaría general del PP local.

Crespo, antes de dimitir reunió a sus once concejales, y les planteó que su apuesta para sucederle era el que estaba considerado como su "delfín" político: un hombre de 39 años, casado y que espera su primer hijo dentro de unos meses. Izquierdo, como Valldecabres, siempre supo estar a la sombra del exalcalde apoyándole en la gestión diaria del consistorio, pues Crespo también era diputado provincial y tenía otras responsabilidades en entes y empresas públicas, como Emarsa.

"Todos mis compañeros estuvieron de acuerdo", reconoció Izquierdo, quien agradeció la "unidad" de todo su gobierno. El futuro alcalde iba de número tres en la lista del PP por razones de paridad y siempre ha estado al frente de las áreas de Hacienda, Personal, Contratación y Régimen Interior.

El que será quinto alcalde de Manises vivió ayer un día "difícil", un "trago amargo", así lo definió, porque no esperaba llegar a la alcaldía con la renuncia del que considera su amigo. "Me hubiera gustado ser alcalde con la normalidad de ser candidato. Nunca en mi vida pensé que sería alcalde de esta manera, por la renuncia de un amigo", resaltó para añadir que tras superar la amargura afronta el reto de ostentar la alcaldía de su ciudad: "sé que voy a dar lo mejor y será una ilusión maravillosa trabajar por Manises, como lo he hecho junto a Enrique durante 12 años". Lo último que quiso decir Izquierdo antes de tomar posesión en los próximos días como máximo responsable de la ciudad es que defiende la inocencia de Crespo. "Su gestión en Manises es inmaculada y no tiene manchas. Ha vivido una injusticia y se le ha juzgado sin ni siquiera poder defenderse. Y ha dejado sus cargos para no perjudicar a Manises y al PP".