­Pese a la crisis, las exiguas posibilidades financieras del Consell y la deuda galopante de las arcas autonómicas, la Generalitat todavía parece tener fondos para los grandes proyectos. Al menos, eso revela un informe económico elaborado por el PSPV que recoge la inversión del Ejecutivo desde 2001 en los llamados «proyectos estratégicos».

Especialmente llamativa resulta la evolución del gasto de la Sociedad Proyectos Temáticos, la encargada de impulsar las actuaciones de mayor magnitud. Desde que Francisco Camps asumió la presidencia de la Generalitat, allá por 2003, las inversiones de esta empresa pública han ido creciendo de manera progresiva hasta alcanzar la nada desdeñable cifra de 135 millones de euros. Esa es la previsión para el presente ejercicio, ya sin Camps en el poder, pero presupuestada cuando el expresidente todavía ostentaba la vara de mando.

Es decir, que en apenas una década, las inversiones de la firma se habrán multiplicado por cuatro. Ahora, incluso la propia Generalitat no tiene reparos en admitir su falta de liquidez. Pero eso sí, la Sociedad Proyectos Temáticos ha incrementado su previsión de gasto en más de 44 millones en solo un año. De los 90,8 millones de 2011, a los 135 del presente ejercicio. Todo un récord. Y de 2003 a 2012, el gasto ha sido de 655,1 millones, según los datos recabados por el PSPV.

Más allá del dinero que se ha inyectado en estos «proyectos estratégicos», el verdadero problema radica en la deuda que han dejado. Al cierre de 2010 ascendía ni más ni menos que a 614 millones, según los datos del Síndic de Comptes. Comparando el endeudamiento con la inversión, aparece una realidad nítida. El Consell echó mano de la chequera y tiró de créditos, créditos y más créditos. Vivió por encima de sus posibilidades y ahora, con la crisis en pleno cénit, los vencimientos ahogan mes a mes al Ejecutivo de Alberto Fabra.

A esos guarismos se ha llegado sumando una serie de inversiones -algunas multimillonarias- que hoy quedan en entredicho. Al menos, si se tiene en cuenta el resultado económico que arrojan. La Sociedad de Proyectos Temáticos, por ejemplo, ha sido la encargada de impulsar Ciudad de la Luz, donde el Consell tiene previsto haber inyectado, una vez que el complejo quede completamente construido, alrededor de 300 millones. Su deuda actual es de 160 millones. Y para colmo, el juzgado de lo Mercantil 2 de Alicante declaró a mediados de enero en estado de concurso de acreedores a Aguamarga Gestión de Estudios, que gestionó desde su creación los estudios cinematográficos.

Otro ejemplo es Terra Mítica. El parque de ocio de Benidorm acumula entre 200 y 300 millones de pérdidas en dinero público. El complejo, gestionado ahora por Aqualandia en régimen de alquiler, arrojó un saldo negativo de casi 70 millones solo en 2010.

Lo peor es que las grandes actuaciones no se acaban ahí. El Consell ha inyectado cientos de millones en otras dos firmas que englobal los «proyectos estratégicos». Una, la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Y la otra, aunque en menor medida, el Circuito del Motor. La primera acumula una inversión desde 2001 superior a los 1.096 millones, mientras que la segunda alcanza los 116 millones. Su deuda es de 711,5 y 44,3 millones, respectivamente.