La empresa Emarsa, que gestionaba la depuradora de Pinedo, pagó entre 2004 y 2006 más de 1.274.000 euros a una firma de albañilería por trabajos de mantenimiento en esta y otras plantas, que incluyeron sobrecostes en la mano de obra prevista en los contratos y otras obras presupuestadas al margen.

Así consta en la declaración ante el juez que instruye el caso Emarsa de Daniel Calzada, uno de los imputados en la investigación judicial de varios delitos económicos en Emarsa y responsable de las firmas Llar Calzada SL y Rehabilita Aqua SL, aunque en su declaración de hoy lo ha hecho solamente en calidad de administrador único de la primera en el período que se investiga.

En su declaración, a la que ha tenido acceso EFE, Calzada ha reconocido que comenzó su relación con Emarsa a raíz de conocer en el gimnasio al entonces gerente, Esteban Cuesta, y que antes de que su firma rubricara contrato alguno con la empresa pública -llegó a firmar tres-, facturó por importe de 4.857 euros por 152 horas de mano de obra en agosto de 2004.

Calzada, quien ha apuntado al juez que su suma de lo facturado a Emarsa en esos tres años es de 1.080.419 euros, ha justificado que se abonaran siempre tres horas extra de cada trabajo realizado porque necesitaban "estar allí más tiempo" y asegura que Cuesta lo sabía, aunque no se modificó nunca el contrato ni hay constancia escrita de más necesidades de mano de obra. También ha apuntado directamente al exgerente como el responsable de la ejecución de trabajos al margen de lo fijado en los contratos de mantenimiento.

El declarante ha dicho desconocer que Emarsa contratara con otras dos empresas para los mismos trabajos de mantenimiento que hacía la suya, concretamente Construval (por importe de 162.200 euros en 2005) y Construcciones y Reformas Rocafort (por 1.040.763 euros entre 2005 y 2006).

A preguntas de la fiscal, Calzada también ha reconocido que no sabe por qué el contrato firmado con Emarsa para la remodelación y mejora de las estaciones de bombeo se presupuestó en 930.000 euros aunque la cantidad contractual fue de 126.000.

Ha especificaba que desde Emarsa se le pagaba con pagarés y sobre el fin de su relación comercial con la empresa que gestionaba la depuradora de Pinedo, ha relatado que "de repente" Cuesta le dijo que se terminaba, sin ofrecerle motivo alguno.