La información hecha pública por la Sindicatura revela que las fundaciones con capital mayoritario de la Generalitat o de sus organismos fueron beneficiarias al cierre de 2010 de avales, ya sea directamente del Consell o a través del Instituto Valenciano de Finanzas, por importe de nada menos que 41,3 millones, de los que 38,6 los prestó el Ejecutivo y los restantes 2,7, el IVF. Estas garantías conllevan un riesgo por operaciones de endeudamiento que también se carga sobre las espaldas de la Administración autonómica. En 2007, los avales concedidos sumaban 25,6 millones.

En el auditoría anual de 2010, el Sindic refiere la existencia de un riesgo vivo por este tipo de garantías financieras de 5.010,4 millones. Sin embargo, el volumen de avales prestados por todo el sector público autonómico valenciano —incluyendo siempre universidades y cámaras de comercio— ese año se elevó hasta los 5.716,6 millones. De éstos, la Generalitat concedió 5.152,9 millones al sector autonómico y el IVF, otros 77,2. Sin embargo, entidades que no forman parte de este sector autonómico (entre ellas, las ferias) recibieron hasta 486,6 millones en garantías, de las que 304,7 venían de la Generalitat y 181,9 del banco del Consell.

En 2007, los avales prestados sumaban 3.945,5 millones, lo que implica un incremento del 45 % en cuatros años, 1.771 millones más. Las garantías otorgadas a entidades que no integran el sector público autonómica ascendían en 2007 a 357,4 millones.

Otros indicadores muestran una Administración gastadora a pesar de que en 2010 la C. Valenciana se había sumido ya en una profunda crisis. Así, el gasto medio por habitante, pese al incremento poblacional, subió al pasar de 2.628,9 euros en 2007 a 2.892,5 euros en 2010.

Paralelamente, se aprecia la caída en la recaudación tributaria, de forma que la presión fiscal por habitante bajó en esos cuatro años, de 1.967,9 a 1.440,6 euros. En cambio, la carga financiera (intereses) aumentó de 103 a 120,4 euros por habitante. La inversión per cápita subió, de 278,9 a 398,3 euros en cuatros años.