La comunidad educativa del instituto de Educación Secundaria Lluís Vives realizó ayer, a la misma hora en que han estado comenzado las protestas durante las dos últimas semanas, una cadena humana que rodeó el céntrico edificio en un simbólico y pacífico abrazo a este centro.

No obstante, un grupo de ciudadanos aun cortó por la tarde la calle Colón en una protesta ante Delegación del Gobierno y frente a las viviendas de otros políticos.

Sobre las 15 horas y en un ambiente festivo, padres, alumnos y profesores del Lluís Vives expresaron su "deseo de normalidad" y criticaron "los impagos y recortes a la educación pública" indicaron. Tres furgonetas de la Policía Nacional aguardaban en la estación, sin producirse incidentes, mientras que en la verja del centro les observaba un cartel de Gila, en el que se leía "¿Está el enemigo? Que se ponga. No puede porque está estudiando para un examen?"

Un padre, portavoz de todos ellos, indicó que protestaban así contra la violencia policial exagerada" de estos días a la vez que reclaman la "depuración de responsabilidades" y la limpieza de los expedientes de los detenidos.

La directora, Carmina Valiente, expresó a Levante-EMV que "somos una comunidad pacífica que quiere dejar de ser el punto de mira en España. Reivindicamos como todos los institutos lo hacien. La policía no debía haber disparado nunca esta barbaridad. Nosotros estamos trabajando con los alumnos y les explicamos que no deben cortar la calle".

Por su parte, la Confederación de Asociaciones de Vecinos de la Comunidad Valenciana ha solicitado a la delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, una reunión del Consejo Autonómico de Seguridad Ciudadana para exigir explicaciones por la actuación policial en las manifestaciones.