César Gavela, técnico superior de la Generalitat Valenciana adscrito a la Subdirección General de Gabinete Técnico de la Conselleria de Presidencia, según la web institucional, pide a sus compañeros que delaten a los políticos corruptos. Gavela, columnista de prensa habitual, proponía ayer domingo una «verdadera limpieza en las cloacas de la Administración» y animaba al jefe del Consell, Alberto Fabra, en este cometido: «Ahora es el momento de que el nuevo presidente de la Generalitat aborde con la máxima intensidad su papel. Y salga al rescate de la ciudadanía».

Para tal fin, el funcionario invita al resto de trabajadores de la Generalitat Valenciana a denunciar las irregularidades con las que convivan: «También es el momento de los funcionarios, de las personas que saben de manejos y abusos. Para que las hagan aflorar; para que vayan a la Fiscalía anticorrupción. Sin miedo».

Y es que, según parece, este empleado público tiene la convicción de que al margen de los casos de corrupción que estos días salpican los periódicos, hay más. «Porque irregularidades hay muchas, aparte de las que ya han salido a la luz. Hay decisiones opacas e insólitas, no solo las que le regalaron el dinero de todos, a cambio de nada, al señor Urdangarín. O las delirantes facturas de algunas ONG», apunta Gavela en relación a los casos Nóos y la trama de Cooperación.

Gavela se refirió en estos términos en su columna dominical del diario Las Provincias. Este técnico superior de la Generalitat, nacido en Ponferrada aunque residente en Valencia desde hace varias décadas, también es conocido por su faceta como escritor. Ha publicado varios libros de ficción y ensayo, lo que le ha valido premios como el Torrente Ballester de 2001 y el Ciudad de Valencia en dos ocasiones (ediciones de 2003 y 2006), entre otros, según la Asociación Valenciana de Escritores y Críticos Literarios.

En el ámbito de la Administración su tarea está más centrada en las cuestiones jurídicas. En 2007 el entonces conseller de Inmigración y Ciudadanía, Rafael Blasco, lo nombró asesor de asuntos parlamentarios adscrito al Gabinete del conseller.

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ha marcado con claridad la línea de regeneración que quiere imponer en su partido y su administración. No ha dudado en destituir a cargos públicos afectados por casos de corrupción (como acaba de ocurrir con la trama de ONG), ha hecho que la Generalitat se persone en los escándalos que afectan a su propio partido (Emarsa y, probablemente, en el de Cooperación) e incluso ha fijado la línea ética de su partido para toda España al elaborar el nuevo Código Ético por encargo de Rajoy.