La Conselleria de Solidaridad, dirigida en la anterior legislatura por el actual portavoz del PP en las Corts, Rafael Blasco, rechazó —tras aceptarlo inicialmente en los proyectos— las facturas presentadas por la fundación Cyes (no confundir con la constructora) referidas a la compra de dos inmuebles en Valencia con cargo a dos proyectos de Cooperación en Nicaragua. Pero, en lugar de minorar las subvenciones concedidas en 2008 (dos de 833.409,93 euros cada una; en total, 1.666.819,9 euros), le pidió que entregara otros justificantes de gasto. Así lo hizo Cyes y la conselleria cerró el expediente. En abril de 2011, sin embargo, la Sindicatura alertó en su auditoría de la insuficiente justificación por parte de la entidad de gastos por nada menos que 1.168.281 euros, el 70%. Uno de los síndicos, Antonio Mira-Perceval, hizo un voto particular en el que directamente consideró que Cyes no acreditó ese gasto, y pidió que devolviera los fondos.

La Sindicatura no verificó las actuaciones en Nicaragua ni tampoco examinó las cuentas de Cyes. Los balances de la entidad en 2008 y 2009 depositados en el Registro (y a los que ha tenido acceso Levante-EMV) señalan que la fundación computó una parte de las subvenciones de la Generalitat para la adquisición de activos propios y, en concreto, inmuebles. Algo que siempre negó la conselleria y que la oposición denunció al fiscal. En los proyectos iniciales presentados al Consell, el gasto por la compra de dos pisos y garajes —justificados como oficina técnica para realizar los proyectos en Totogalpa— se cifraba en 881.000 euros, cantidades que coinciden con las que Cyes incluyó en sus balances como inversiones en inmuebles.

En concreto, en el balance de 2008 la entidad reflejó en el pasivo varias subvenciones de capital de la Generalitat, unos apuntes que reflejan la compra de activos (bienes) propios. Así, aparecen los expedientes «G001» y «G002», con importes de 455.341,17 y 438.550,52 euros, respectivamente, que son los de las ayudas para Nicaragua. Es la parte de los 1,6 millones que Cyes destinó a la compra de inmuebles, siempre según sus propias cuentas.

Pero no sólo lo hizo con estos dos proyectos: Igualmente figuran tres expedientes de ayudas de Inmigración, con 16.000, 17.312 y 10.343 euros, que corresponden a la parte de las iniciativas de Cooperación que también le fueron concedidas ese año y que dedicó a la compra de activos (los pisos, pero también mobiliario, ordenadores, etc.). En total, 161.000 euros más a sumar a los 1,66 millones, lo que da un total de 1.827.839 euros en ayudas en 2008. A renglón seguido, la contabilidad de Cyes revela un desembolso durante 2008 en «edificios y otras construcciones», dentro del epígrafe «Inmovilizado material», por importe de 861.350 euros. El saldo a 1 de enero era cero. Todo apunta a que son los pisos. El resto del importe se reparte en otras inversiones, como instalaciones, mobiliario o informática. El total del inmovilizado, tal como figura en el activo del balance, suma 899.450 euros.

La conexión Arcmed

¿Cuál es la clave? Las cuentas de 2008 están firmadas por Cyes el 31 de marzo de 2009, mucho antes de que, tras requerírselo el Consell, presentara nuevos justificantes para sustituir los de los pisos, el 22 de diciembre de 2009 y el 23 de marzo de 2010. El otro dato demoledor es que, aun tomando los dos ejercicios (2008 y 2009), la fundación sólo declara haber tenido gastos por 835.245 euros cuando, sumando las ayudas de Nicaragua y los otros tres expedientes, recibió una inyección de fondos de 1,8 millones. Faltaría un millón aproximadamente por justificar. Los números no cuadran, excepto si se incluye la compra de los inmuebles y garajes en Valencia.

Lo que está claro es que la entidad no puede justificar gastos durante esos dos años más allá de los 835.000 euros citados. En concreto, en 2008 registra un desembolso de 416.714 euros en «Aprovisionamientos», cifra que coincide con un margen de 10 euros con lo que pagó a Arcmed —una de las firmas que puso en marcha la fundación Hemisferio, matriz de la supuesta trama de ONG desarticulada por la Policía— por el asesoramiento de los proyectos de Nicaragua. Además, hay 168.203 en «otros gastos de explotación».

En 2009 invirtió 21.000 euros en «Aprovisionamientos» y 229.075 en «otros gastos de explotación». Si a los 416.000 se añaden los 133.000 pagados a otra firma de Valencia para la planificación de los proyectos, quedan «libres» un máximo de 300.000 que son los que quizá llegaron realmente a Nicaragua.