Los especialistas más reconocidos en reconstrucción de accidentes de toda España se dan cita esta semana en la Universidad Politécnica de Valencia para dar y recibir información sobre las tecnologías más punteras que se utilizan en la actualidad para la reproducción de siniestros. Y entre los casos analizados no podía fallar el accidente de tráfico que ha hecho correr más ríos de tinta desde el que provocó el bailaor "Farruquito": el choque mortal del coche conducido por el torero José Ortega Cano contra el que conducía Carlos Parra, que murió en el siniestro. El equipo de reconstrucción de accidentes de tráfico (ERAT) de la Guardia Civil de Tráfico fue el que reconstruyó el siniestro del diestro tras el suceso.

Y ayer fue la jefa del ERAT, la capitana Laura Gómez Campo, la que habló del trabajo de este equipo de élite de la Guardia Civil, creado en 2003, que resuelven una treintena de casos al año. Uno de los últimos el del famoso torero, aún pendiente de sentencia por la muerte de Carlos Parra. En la reconstrucción realizada por el ERAT "se ve claramente cómo se produce el siniestro, aunque será el juez quien tenga la última palabra", explicaba ayer a Levante-EMV el director del simposio, Juan Dols Ruiz, del Laboratorio de Automóviles de la UPV (LAUPV).

Porque esa es la labor de los especialistas en reconstrucción de accidentes: recopilar datos, analizar detalles y circunstancias, reproducirlos y remitirlos a juzgados, fabricantes de automóviles, administraciones o afectados para que se tomen medidas y los accidentes no vuelvan a producirse. Hay datos curiosos y poco conocidos. Como tramos de la AP-7 donde el asfalto era tan "cómodo" que producía "modorra" en los conductores y muchos accidentes en muchos tramos. "Un equipo de investigadores, a petición de la concesionaria, analizó por qué se producían estos siniestros en tramos sin aparentes problemas porque eran en línea recta", explicaba Dols. Y el diagnóstico fue que "el asfalto amodorraba. A veces, con un simple cambio de firme (más rugoso) o de color (más llamativo) se reducen un cien por cien los índices de accidentabilidad porque alertan al conductor".

La fiscal delegada de seguridad vial del Tribunal Superior de Justicia (TSJCV), Maria Teresa Soler Moreno, también participó en las jornadas para explicar el funcionamiento de esta sección especializada de la fiscalía que funciona desde noviembre de 2007 (aunque ella es responsable de la sección que cuenta con cinco fiscales desde finales de 2011). Se encargan de los casos más graves, como los 21 fallecidos por siniestros en la ciudad de Valencia, donde se generan 17.656 asuntos en seguridad vial al año, según el Decanato.