La mayoría de directores de los colegios e institutos públicos de la Comunitat Valenciana desconocen los fallos estructurales de sus propios centros, ya que la conselleria tiene almacenadas en un armario las evaluaciones de riesgo redactadas por sus técnicos de prevención de riesgos laborales desde el año 2008.

De hecho, en los últimos años tan sólo se han remitido a los centros los informes cuyas peticiones han sobrepasado los cauces normales, ya sea por denuncias sindicales o por demandas escritas de los equipos directivos. Así, cerca de 200 evaluaciones de riesgo permanecen en los armarios de la conselleria de Educación y las deficiencias de los centros se perpetuan año tras año.

Fuentes sindicales apuntaron que "la premisa es clara: ante la falta de recursos, la Generalitat opta por esconder los estudios que realizan sus propios técnicos y que podrían acarrear una más que considerable inversión por la avanzada edad de la mayoría de colegios e institutos".

Francisco Crespo -responsable de salud laboral de FETE-UGT- argumentó que "la ley de prevención data de 1995 y los servicios de la conselleria de Educación están activos desde principios de la década de 2000, no han avanzado porque no ha habido voluntad para ello". A su vez, el portavoz sindical alertó sobre el gran número de centros que no han sido examinados: "lo peor no es que no envían las evaluaciones para que los directores no sepan lo que pasa, sino que existen muchos centros que ni siquiera han sido inspeccionados".

Crespo también posó su mirada en la falta de personal que siempre ha lastrado el servicio de prevención de la conselleria de educación durante los últimos años: "en un momento inicial planificaron una plantilla de 87 técnicos, pero nunca han llegado a 25; en Alicante, por ejemplo trabajan 2 técnicos para 300 colegios y más de 20.000 docentes".

Planes de emergencias

El silencio aplicado a las evaluaciones de riesgo se conecta con la ausencia de planes de "autoprotección""emergencias" en el 95% de los centros de educación públicos valencianos. Así, tan solo 80 colegios de infantil cuentan con este tipo de herramienta de prevención, y en la mayoría de los casos han sido redactadas por los equipos directivos o claustros y no por un técnico de prevención.

Fuentes del sector aclararon que "el aspecto clave es si los niños se pueden valer por sí solos ante una situación de riesgo, si son más pequeños el plan es esencial y obligatorio".