La nueva propuesta plurilingüe de la consellera de Educación, María José Catalá, no gusta a las federaciones de padres de alumnos ni a Escola ni a los partidos de la oposición que consideran que la enseñanza en valencia se "devalúa".

Desaparecida la propuesta inicial de tercios, el nuevo modelo -aun no aprobado- se basa en dos líneas: valenciano y castellano mientras que el inglés se queda en meramente testimonial y a criterio del consejo escolar del centro.

"Rechazamos" la propuesta de la conselleria porque "elimina el programa de inmersión lingüística en valenciano" y no garantiza la inmersión en inglés en la enseñanza en valenciano" señaló ayer la presidenta de la Federación de Padres (FAPA) de Valencia, Remei Santacatalina. En su opinión, no es competencia del consejo escolar determinar cuántas asignaturas en idioma extranjero se dan.

Similar opinión expresaron ayer desde la Confederación de Ampas Gonzalo Anaya al reclamar un modelo plurilingüe "avalado por las universidades valencianas" y calificar de "imprudencia" el delegar en los consejos escolares el modelo. "La realidad es que los centros no disponen de los medios necesarios y no se puede desarrollar en igualdad de condiciones en todos" indican, porque no hay ni suficientes profesores que dominen el inglés ni las plazas docentes en ESO están catalogadas en valenciano.

La Gonzalo Anaya concluye que la propuesta de Catalá "no garantiza el aprendizaje equilibrado de los idiomas oficiales y extranjero.

El secretario autonómico de Educación, Rafael Carbonell, indicó ayer a Levante-EMV que "decir que sea el consejo escolar el que decida es lo más democrático que hay. Queremos que el modelo sea lo más consensuado posible".

Por su parte, la síndica de EUPV, Marga Sanz, considera que "la enseñanza en valenciano debe estar planificada por la conselleria y garantizada por profesores competentes en cada centro" mientras que el síndic del grupo socialista, Jorge Alarte, ha recibido con "cautela" a esta propuesta, según señala en una nota.