Los datos globales del paro en la C. Valenciana durante todo el ejercicio 2011 esbozan una radiografía muy nítida, que retrata un empobrecimiento paulatino —y cada vez más generalizado— de la población. Así, a pesar de contar con 34.000 ciudadanos más en las filas del paro, la nómina «valenciana» del INEM se vio recortada en 1.323 millones de euros el año pasado. Así lo avala un informe recopilado por el sindicato Comisiones Obreras (CC OO), que compara los registros referentes a los ejercicios 2010 y 2011 publicados por el Instituto Nacional de Empleo (INEM).

Según el documento, el número global de prestaciones pasa de las 326.122 de hace dos años a las 307.854 del 2011; registrando un descenso anual de 18.268 ayudas. Tanto las prestaciones contributivas —que se basan en los rendimientos del trabajo y su correlativa cotización, 13.393 menos— como las asistenciales —referentes a los famosos 426 euros, 14.398 menos— vieron recortados sus índices. Cabe recordar que ambas ayudas integran los dos primeros peldaños con los que se encuentra el desempleado «novel» en la actualidad. Las bautizadas como «rentas activas de inserción», con 9.523 concesiones más, fueron las únicas que siguieron una tendencia positiva. Se trata de líneas asistenciales para grupos en peligro de exclusión social, como víctimas de violencia de género o desocupados de más de 55 años.

La conclusión es clara: en un contexto económico donde encontrar trabajo casi se ha convertido en una quimera, el desempleado agota en la medida de lo posible todas sus vías de financiación a través del INEM. El aumento de desocupados sin ayudas causa que el presupuesto del INEM se reduzca. Otro de los aspectos que identifican el descenso de calidad de vida de los valencianos es el hecho de que los dos grupos de ayudas de menor cuantía ya superan a las prestaciones contributivas, 160.017 frente a 147.783 en diciembre de 2011. Por provincias, Valencia es la que presenta peor fotografía: el gasto bajó en 601 millones de euros y el número de parados aumentó en 22.296 personas. Alicante —446 millones menos y 10.563 desempleados más— y Castelló —544 millones menos y 862 ciudadanos sin trabajo— presentaron datos de menor calado.

"Nadie quiere vivir con 426 euros"

Los datos recopilados en el informe llevan a Salvador Roig (CC OO) a pedir a la Generalitat la puesta en marcha de medidas que ayuden a combatir «el progresivo empobrecimiento de la sociedad valenciana». Así, el portavoz sindical aclaró que «pese a lo que dicen algunos empresarios y miembros del gobierno, nadie puede aspirar a vivir con 426 euros al mes; las personas luchan por su futuro, encauzado a través de un trabajo digno para formar su proyecto de vida».

Sobre la reforma laboral, Roig comentó que «los hechos están demostrando que es una medida que no ayuda a reducir las cifras de paro y no podemos olvidar que discrimina a los tipos de parados de forma muy clara». De hecho, puntualizó que «la nueva normativa otorga beneficios fiscales a los emprendedores que contraten a personas desocupadas que cobran prestación contributiva, la pregunta es ¿Qué pasa con la gente que ha agotado las ayudas porque lleva mucho tiempo parada?. Atenta sobre los derechos de los colectivos más castigados». El representante de CC OO destacó que «las cifras definen un proceso muy grave: se normaliza una mayor huella de la pobreza y se pone en peligro la cohesión social». Sobre el descenso del número de prestaciones explicó que «no solo es que hay menos, sino que sus cantidades son menores».