Agentes de los servicios centrales de Información de la Guardia Civil adscritos a la UCE II analizará, junto con expertos en informática forense del laboratorio central de criminalística, los CD y los discos duros de los dos ordenadores de sobremesa intervenidos en casa de El Bibliotecario de Al Qaeda, en Valencia, en busca de listados de futuros terroristas islamistas.

De las investigaciones llevadas a cabo a lo largo del último año por agentes de ese grupo, especializados en terrorismo islamista, se deduce que el acusado, Mudhar Hussein Almalki, habría llegado a contactar con decenas de candidatos a engrosar las filas de Al Qaeda, a quienes habría adoctrinado directamente en el foro de la página web que administraba desde su casa, en el sexto piso del número 14 de la avenida Juan XXIII de Valencia.

Los analistas de la Guardia Civil tienen un arduo trabajo por delante. Por un lado, a la hora de recuperar todo rastro de conexión en la que Almalki hubiese mantenido conversaciones privadas con posibles nuevos acólitos y de archivos o correos comprometedores que hubieran estado en algún momento en el disco duro y que hubiesen sido eliminados. Los potentes programas de los que se dispone en informática forense permite encontrar archivos y rastros incluso después de que el disco duro haya sido formateado —borrado— una o más veces, por lo que toda esa información, aunque sea parcial, podrá ser recuperada, aunque se trata de un trabajo lento.

El segundo rastreo será menos farragoso, desde el punto de vista técnico, pero también requerirá su tiempo, ya que se trata de analizar de manera exhaustiva el contenido de los cientos de CD y DVD que el detenido guardaba en cinco estanterías dentro de su estudio, con el fin de hallar posibles listados que el presunto reclutador de Al Qaeda hubiese fabricado con jóvenes musulmanes radicalizados de cualquier punto del mundo.

Esa relación de nombres, así como todos los detalles identificativos que puedan acompañarlas —direcciones, apodos, cuentas bancarias, números de teléfono, cuentas de correo electrónico,...— no sólo está siendo esperada con impaciencia por las unidades antiterroristas policiales españolas, tanto de la Guardia Civil como del Cuerpo Nacional de Policía, y por los agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Colaboración internacional

Distintos servicios de inteligencia y agencias de seguridad europeos y estadounidenses ya han mostrado su interés en que se comparta la información que pueda surgir de la investigación que lleva la UCE II bajo la supervisión del juez de Instrucción central número 5 de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, para detectar posibles lobos solitarios como el de Toulouse en sus territorios. Según informó el martes el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, Mudhar Hussein Almalki está acusado de colaborar con Al Qaeda y, de manera más específica, con dos de sus filiales, una en la Península Arábiga y la otra en el Magreb.

De hecho, se le considera miembro activo de distintos foros yihadistas como Al-Fida al-Islamiyyah, Ansar Al-Mujahideen o Shumukh al-Islam. Si, como cree la Guardia Civil, llevaba varios años funcionando como captador de futuros terroristas para Al Qaeda, la lista de nuevos candidatos, de activistas dormidos a la espera de entrar en acción en cualquier momento, puede ser muy amplia.

Y, sobre todo, muy útil, ya que terroristas como Mohamed Merah, el asesino de Toulouse y Montauban, se forman en este tipo de foros y mediante este tipo de «ciberadoctrinamiento», por lo que su detección es tremendamente compleja.

Las páginas web y los foros como el que administraba presuntamente Mudhar Hussein desde su piso de Torrefiel son una pieza clave en la actualidad para Al Qaeda, ya que sirven de eco propagador y captador, de una manera rápida, eficaz y barata, entre jóvenes musulmanes de determinados sectores. Esos aprendices de muyaidín, futuros lobos solitarios, pueden aprender así desde cómo fabricar una bomba de gran potencia a de qué modo conseguir un arma de fuego.