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El AVE Valencia-Castelló se ha convertido en una quimera después del baño de realidad de los presupuestos del Gobierno de Mariano Rajoy. Tras la nonata licitación de las obras a través de la fórmula público-privada anunciada por el anterior Ejecutivo socialista por más de 1.300 millones de euros, el actual Ministerio de Fomento ha eliminado la partida específica en los presupuestos de esta línea de 61,6 km. Ahora está englobada bajo el amplio título de Corredor Mediterráneo.

Desde Delegación de Gobierno y el ministerio aseguran que los 30 millones que se han presupuestado este año para el Corredor Mediterráneo en Castelló son para esta Línea de Alta Velocidad (LAV) así como buena parte de los 97,8 millones destinados para este eje en la provincia de Valencia. En ambas demarcaciones Fomento desplaza el grueso de la inversión a 2015 -156 millones en Valencia y 60 en Castelló- con lo que la fecha de ejecución para 2014 se desvanece totalmente, máxime cuando en Castelló no está previsto que acaben las obras hasta 2016.

Ante este panorama, la consellera de infraestructuras, Isabel Bonig, hizo de la necesidad virtud al dar por sentado que este tramo seguirá siendo una línea en el mapa durante mucho tiempo: "No vamos a renunciar al AVE a Castelló, pero lo principal es acabar obras como el tramo a Alicante -para el que este año se han presupuestado 194,5 millones más otros 14,9 para estaciones- y después ya nos centraremos en Castelló".