El cambio de inquilino en la Moncloa no ha librado a la ciencia española de sufrir, por tercer año consecutivo, un recorte del 30% en las ayudas a la investigación. La rebaja aplicada por el Gobierno de Rajoy a los programas de investigación en los presupuestos generales del Estado de 2012 es de 627 millones de euros menos que el año pasado, por lo que el descenso ronda el 34% al pasar de los 1.845 millones de 2011 a 1.218 millones. Este «tijeretazo» a la ciencia hará que los 130 institutos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) reciban 771,36 millones, 40 menos que el ejercicio anterior, lo que supone un 5% menos.

El recorte sobre recorte a la investigación ha hecho que la plantilla de los 11 centros que el CSIC tiene en la Comunitat Valenciana disminuya un 25% en tres años. La nómina de investigadores y personal técnico de apoyo ha pasado de 1.200 personas a alrededor de 900. De esas 900 personas, sólo 240 son científicos titulares que han consolidado su plaza a través de una oposición. El resto de investigadores son doctores y científicos en formación. Los 300 puestos de trabajo que se han perdido han llegado por la vía de no renovar las plazas de técnicos y científicos que se han jubilado, así como por la reducción de contratos en formación, principalmente el programa de la Junta para la Ampliación de Estudios (JAE) para la formación de investigadores predoctorales y posdoctorales, así como para formar a técnicos. El coordinador institucional del CSIC en la Comunitat Valenciana, José Pío Beltrán, explica que con el nuevo recorte «el programa JAE va a sufrir mucho», y da por perdidas las contrataciones predoctorales al señalar que van a intentar «salvar el JAE para doctorados».

Otra vía abierta en la sangría de investigadores llega a través de la reducción de un 43% en toda España de los contratos de cinco años Ramón y Cajal, destinados a recuperar a los científicos españoles que investigan en el extranjero, así como de los Juan de la Cierva (contratos de tres años para recién doctorados). Ambos programas ofertan 340 plazas, 260 menos que el año pasado. El ajuste en los centros del CSIC se suma a los 113 investigadores y técnicos del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) a los que la Generalitat envió en 2011 al paro a través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). El Consell redujo el 75% de su aportación a este centro, uno de los más importantes en investigación en células madres del sur de Europa.

"Vamos a ver si podemos pagar los salarios"

«Si al CSIC nos siguen aplicando recortes, la situación va a ser tan grave que vamos a ver si podemos pagar los salarios». Con esta contundencia se expresa el coordinador institucional de la delegación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en la Comunitat Valenciana, el científico José Pío Beltrán, nacido en La Laguna (Tenerife) en 1949.

José Pío Beltrán lamenta que tras tres años de recortes del 30% en las políticas de investigación, la reducción del presupuesto del CSIC para este año «va a provocar un daño importantísimo, pues se va a centrar sobre todo en los científicos jóvenes». Advierte de que se van a reducir las oportunidades para los investigadores noveles: «la gente que ha estado fuera de España formándose y ha vuelto, lo tiene todo muy mal, y los que están por aquí ya pueden ir pensando en irse».

«Los que se van ya no vuelven»

«Hay que saber que los que se van fuera, se van y no vuelven, por lo que España va a perder toda una generación de científicos», alerta. El daño que producen los recortes en la investigación, según José Pío Beltrán, es doble: «No es sólo que los nuestros se van, sino que los buenos científicos de fuera no quieren venir a España a trabajar». Todo esto, concluye, va a crear un «agujero negro en la investigación española, en el que los jóvenes lo tienen crudo».

Ante este panorama, José Pío Beltrán resta importancia a que el Gobierno haya dejado, por segundo año, sin consignar fondos para la reforma del edificio de la plaza de la Virgen (C/Batlia, 1) que el CSIC adquirió en 2008 para alojar su sede institucional en la C. Valenciana. «Se trata de un proyecto a largo plazo, que ahora con los recortes queda al ralentí, pero cuando se pueda hacer servirá para dar a conocer la investigación de nuestros institutos y ahorrar en alquiler».