La trama de ONG y funcionarios que defraudó presuntamente nueve millones de euros de la Generalitat para el Tercer Mundo estaba perfectamente organizada y jerarquizada y en ella cada miembro tenía su papel asignado. El considerado por la policía como cabecilla del entramado y desde hace dos meses en prisión provisional, César Augusto Tauroni, era conocido entre los ahora imputados como «Mister X», según ha podido saber Levante-EMV de fuentes conocedoras de la investigación. La intención era no dejar rastro en conversaciones telefónicas ni en los correos electrónicos que los supuestos dirigentes de la trama mandaban a terceras personas. Cabe recordar que el apellido Tauroni ya se había visto envuelto en otros escándalos relacionados con la Generalitat, sobre todo con la gestión del Síndic del PP, Rafael Blasco, y por lo tanto podía levantar las sospechas en las personas no cercanas al núcleo duro de la red corrupta.

El mote de «Mister X», utilizado por la trama, sobre todo por funcionarios de la Generalitat ahora imputados, fue posteriormente asumido por la policía en sus investigaciones para identificar a Tauroni. Este nombre se añadió a los ya revelados por este periódico: «Roger Rabbit», a quien fuentes de la investigación señalan como el exconseller de Solidaridad, Rafael Blasco; «el Farmacéutico», que era el empresario Joaquín Blasco, y «el Medallas», a quien la policía señala como el cooperante Fernando Darder. No ha trascendido todavía la identidad de Mickey Mouse, aunque es seguro que se encuentra entre alguno de los ahora imputados.

El hecho de llamar a Tauroni «Mister X» revela el poder e influencia que éste tenía sobre los demás miembros de la trama y el simbolismo que querían darle. Cabe recordar que en los años 80 se bautizó con este nombre al supuesto autor intelectual de la creación de los GAL, el grupo terrorista impulsado por el Estado para hacer la guerra sucia contra ETA.

Según ha podido saber este periódico de documentación que obra en poder de la juez que instruye el caso, el exjefe de área de Cooperación de la Conselleria de Solidaridad, Marc Llinares, citaba a las ONG para que se reunieran con Tauroni en bares de Valencia. En los mensajes explicaba que estaría él y «Mister X». De la misma manera otros miembros acusados de formar parte de la trama hacían referencia al empresario encarcelado en conversaciones telefónicas situándolo como el cabecilla.

Gran influencia

La influencia de «Mister X» era tal, que campaba a sus anchas por la Conselleria que dirigió Rafael Blasco hasta 2011. El empresario todavía encarcelado en la prisión de Picassent llegaba a despachar en las depedencias de la Generalitat con las ONG a las que la trama asesoraba.

Otros de los imputados, como Arturo, el hermano de César Augusto Tauroni, también se manejaban por las instalaciones de la plaza San Nicolás y por la sede de la dirección general de Cooperación, en la calle del Pozo de Valencia. Fuentes conocedoras del caso aseguraron que algunos de los miembros de ONG relacionadas con el mundo de la inmigración, que no eran funcionarios públicos, accedían a documentación confidencial de los despachos. Cabe recordar que la Fundación Hemisferio, que presidía Tauroni, tenía expedientes originales de proyectos de cooperación internacional financiados por la Generalitat en sus dependencias en la calle San Vicente .

Además de los hermanos Tauroni, en algunos de los proyectos de la trama que financió la Generalitat también estuvo su padre, Augusto Tauroni. Fuentes conocedoras del caso explicaron que Augusto estuvo dirigiendo unos trabajos en Perú. Las mismas fuentes explicaron que su manera de trabajar era «casi marcial».