El uso del vehículo eléctrico será "masivo" en Europa en 50 años, aunque para que su implantación se haga en las mejores condiciones es necesario un "cambio de mentalidad" en los usuarios y un "refuerzo sustancial" de las redes de distribución de electricidad para que puedan asumir el impacto.

Así lo aseguró ayer el catedrático Carlos Álvarez, investigador del Instituto de Ingeniería Energética de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), entidad que ha asesorado a la Unión Europea en el tema de redes eléctricas para la implantación masiva de los vehículos eléctricos. El instituto es uno de los socios del proyecto europeo "Grid for Vehicles" (G4V), coordinado por la eléctrica alemana RWE y cuyo objetivo es ofrecer pautas a la Comisión Europea sobre lo que se debería hacer para que la implantación del vehículo eléctrico sea una realidad en el año 2050.

"No me lo cuestiono, en 50 años la implantación de los eléctricos será masiva y el uso del vehículo convencional se restringirá a casos muy específicos", afirmó Carlos Álvarez, quien explicó que en la actualidad la demanda de vehículos eléctricos es escasa por la crisis económica y por su elevado precio. No obstante, pronosticó que el encarecimiento de los combustibles y la progresiva escasez de petróleo llevará a una mayor adquisición de vehículos eléctricos, que son más ecológicos y menos ruidosos.

Menor consumo

Así, el investigador de la Univesitat Politécnica de Valenciadestacó el menor consumo de los vehículos eléctricos, en los que el rendimiento global, considerando la cadena energética necesaria para alimentar de electricidad los vehículos eléctricos, es superior al doble del de los vehículos convencionales, en los que el 80 por ciento del combustible se tira en forma de calor.

Además, Álvarez también explicó las emisiones globales de CO2 "son menores". De hecho, la emisión de CO2 del vehículo eléctrico depende de la forma en que se genera la electricidad y, aún en el caso de que toda la electricidad se produjera a partir de carbón (energía primaria más contaminante), emitirían menos CO2 que los vehículos convencionales. Pero para lograr la plena implantación del vehículo eléctrico hace falta, según Carlos Álvarez, un "cambio de mentalidad" en el uso del automóvil eléctrico, ya que este medio de transporte tiene, actualmente, una autonomía del orden de 150 kilómetros.

Según Álvarez, hay muchos usuarios de vehículos que en la actualidad no hacen ni cien kilómetros diarios con el coche.