El decreto-ley que permite a las autonomías encarecer el precio de los títulos universitarios -que conllevará un aumento de al menos 540 euros por matrícula- tiene a los alumnos repetidores en el punto de mira.

Publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado sábado, la normativa abre el grifo a las autonomías para que aumenten la aportación de los estudiantes en las matrículas y escalona de menor a mayor el gasto según el número de convocatoria: se premia a los mejores y se penaliza a aquellos que repiten.

El reglamento establece que los precios de la primera matrícula cubrirán entre el 15 y el 25 % del coste, los de la segunda entre el 30 y el 40 %, los de la tercera entre el 65 y el 75 % y los de la cuarta el 100 % de los estudios. Así, al gravamen que se aplicará al primer precio tras la entrada en la universidad se añadirán los sobrecostes por posibles suspensos en años venideros, cuadruplicando la aportación en segundas convocatorias. No hay margen para el error, los fallos son caros.

Hasta el momento, las universidades de la Comunitat Valenciana cargaban con un 10 % de media -depende de la rama de las enseñanzas- el coste de la segunda citación por una nota negativa. Ahora, nuevo el decreto-ley aumenta la horquilla y la sitúa entre el 30 y 40 %.

La situación fue examinada ayer por portavoces de los sindicatos educativos FETE-UGT, CC OO -PV y STE-PV. Guillermo Martí -secretario general de FETE-UGT- comentó que "penalizar las segundas convocatorias puede entenderse, aunque las cifras son demasiado elevadas. Sobretodo cuando ya suben los precios de las primeras matrículas y este año han bajado un 11% el número de becas". La situación cobra mayor importancia en carreras de mayor dificultad, como las ingenierías, con mayores tasas de repetición. Martí expuso que "habrá que ver cómo se desarrolla la legislación, pero lo que están haciendo es restringir un acceso a la universidad que hasta ahora era universal". A su vez, el secretario genera comentó que "la financiación de las universidades se basa en el número de alumnos; tendrán que analizar la influencia de un más que previsible descenso".

Trabajar y estudiar

Uno de los colectivos a los que más dañará la normativa es al formado por aquellos jóvenes que compatibilizan trabajo y estudios para sacarse una carrera. Ferran García -responsable de Relaciones Institucionales de la Federación de Enseñanza de CC OO -PV- comentó que "este movimiento perjudica al alumnado con mayores dificultades, ya que se va a depender mucho de los recursos de cada uno". En términos parecidos se movió Vicente Mauri -STE-PV-, que apuntó que "los alumnos que por su situación personal alternen trabajo y estudios van a tener que hacer más horas en puestos más precarios para pagar unos estudios más caros; esa es su cultura del esfuerzo". Todos los sindicatos educativos consultados recordaron que la Generalitat ya subió el precio de las matriculas para el presente curso 2011-12 un 7,5 % -máximo permitido-.

Catalá defiende una inversión de 7.500 euros por alumno

En medio del intenso debate sobre el aumento de los precios de las matrículas universitarias, desde la Conselleria de Educación quisieron salir al paso de las críticas y destacaron que "la Generalitat destina 810 millones de euros a las universidades valencianas, lo que equivale a 7.500 euros por alumno; somos la autonomía que mayor presupuesto público destina a las universidades". Así, desde el departamento dirigido por María José Català explicaron que "la inversión media por alumno se ha duplicado desde el año 2002, cuando fue de 3.666 euros". También destacaron que la valenciana es la segunda autonomía que más ha crecido en este capítulo desde el año 1996. Los datos proceden de un estudio de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE). Por último, desde la Generalitat destacaron que los universitarios valencianos reciben en la actualidad 42.901 becas; 2.992 proceden del Consell. levante-emv valencia