Toda acción tiene su reacción. Así, los sucesivos recortes en materia de bienestar social, "dobles recortes" ya que se están llevando a cabo tanto desde el Gobierno de Rajoy como desde el Consell de Fabra, han vuelto a hacer salir a la calle a miles de personas.

La reforma del modelo sanitario valenciano que supondrá su privatización, los 3.000 millones de euros menos en educación, los 7.000 millones de euros recortados por el Gobierno en sanidad, el aumento de tasas universitarias, la sobrecarga de horas lectivas, el aumento de alumnos por aula o la negación de la tarjeta sanitaria a inmigrantes sin papeles son sólo algunos de los motivos que cada cual escogió en la mañana de ayer para manifestarse.

Bajo el lema "Con la sanidad y la educación no se juega", en la capital valenciana la marcha inició alrededor de las doce de mediodía desde la plaza San Agustín. Más o menos en el mismo momento, otras cincuenta ciudades respondían de la misma forma a los ajustes del Gobierno. "El panorama está muy negro, tenemos que hacer algo", explicó a este diario Clara, estudiante de Historia de la Universitat d València. "Con la mitad de jóvenes parados y con cada vez menos derechos sociales no creo que salgamos de esta crisis". Esa era la opinión más extendida, que también se vio reflejada en el manifiesto de la Plataforma Social en Defensa del Estado de Bienestar y los Servicios Sociales, organizadora de la protesta.

Remei Santacatalina, portavoz de este colectivo que agrupa asociaciones y plataformas diversas en defensa de los derechos sociales así como sindicatos y partidos progresistas, explicó al finalizar la protesta en la plaza América que ésta no será la última acción de reivindicativa que lleven a cabo.

Aunque la manifestación de ayer también fue multitudinaria, (40.000 asistentes según la organización), no fue ni tan masiva ni tan ruidosa como en protestas anteriores y hacía falta recorrer toda la marcha para, ya casi al final, encontrar un megáfono que alentara el cabreo. Las pancartas y carteles no fallaron, eso sí. Desde las ya popularizadas "En venta: sanitat i educació" hasta algunas que rezaban lemas tales como "Alí Babá i el Govern valencià" o "La salut és un dret, mai un negoci".

Sandra Casas, portavoz de la plataforma en defensa de la ley de Dependencia, explicó desde el escenario sobre el que se leyó el manifiesto que "no debemos olvidarnos de los más desfavorecidos, los dependientes son un sector invisible, no los veis porque están en hospitales o en casa sin poder salir, pero están ahí". Así, lamentó que desde que se puso en marcha la ley de Dependencia, "más de 36.000 personas han muerto esperando que se resolviera su expediente".

"Hay otra manera de superar la crisis"

Los 10.000 millones de recortes en sanidad y educación movieron ayer a todo el país, a pesar del puente del uno de mayo y de la celebración de otra manifestación mañana. La manifestación más numerosa fue la de Madrid (40.000 personas según los convocantes, 9.000 según la Policía), donde estuvieron presentes los dirigentes de los dos sindicatos mayoritarios, Cándido Méndez (UGT) e Ignacio Fernández Toxo (CCOO) y donde se pidió a gritos "otra manera de salir de la crisis". La Plataforma rechazó las formulas de "copagos y repagos" y denunció que el Gobierno esté "aprovechando" la crisis "como excusa para imponer su modelo social". En Barcelona, la manifestación reclamó la libertad de los tres estudiantes y la sindicalista de CGT detenidos durante la huelga.