El arquitecto Santiago Calatrava ha rechazado hoy las críticas de EU a los honorarios cobrados por la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, que ascienden a 94 millones de euros, al asegurar que son "ajustados" tanto a la calidad del trabajo desarrollado como al volumen de obra ejecutada.

Así lo señala el arquitecto valenciano en un comunicado remitido a EFE por su abogado tras las declaraciones realizadas el pasado jueves en Les Corts por el portavoz adjunto de Esquerra Unida Ignacio Blanco, que amplió ayer en una rueda de prensa en el citado complejo cultural y de ocio.

Blanco cifró en cerca de 1.103 millones de euros el coste total de CACSA y en más de 94 millones los honorarios de Calatrava por participar en este proyecto, todo ello tras consultar durante cuatro días toda la documentación que la Generalitat le ha facilitado sobre el proyecto, y en la que se incluía también los contratos y la relación de pagos.

En su comunicado de hoy, en el que anuncia reservarse emprender "posibles acciones judiciales" contra EU, Calatrava arremete contra Blanco y su grupo parlamentario por su "nulo conocimiento" tanto del arquitecto como de "su aportación a la ciudad de Valencia" durante más de veinte años, "contribuyendo a que se haya convertido en un referente mundial de la cultura y el turismo".

El arquitecto recuerda que en abril de 2011 intentó, sin éxito, reunirse con la diputada de EU Marina Albiol para "aclarar" cuestiones relacionadas con los contratos de CACSA que ese grupo parlamentario comenzaba a fiscalizar dentro de una "campaña de ataque" contra su persona.

La "misma táctica difamatoria" se ha repetido, a su juicio, un año después por parte del mismo grupo y, en concreto, con las comparecencias ante los medios de ayer y anteayer de su portavoz adjunto en el Parlamento valenciano.

Calatrava, quien en su nota repasa la cronología, composición y usos del proyecto, reivindica que este complejo, al margen de sus cualidades artísticas y culturales, ha revitalizado la zona urbana donde está asentada y favorecido la construcción de viviendas, centros comerciales y servicios.

También valora su aprovechamiento turístico y publicitario, y agradece las declaraciones hechas ayer por el vicepresidente del Consell, José Císcar, sobre el valor estratégico de CACSA y la legalidad de todos los contratos y pagos efectuados.

Santiago Calatrava incide en que en todos sus proyectos preside la misma filosofía de trabajo: "Absoluta seriedad y ética profesional, independencia del 'signo político' que coyunturalmente dirige la Administración pública contratante, y constante preocupación por el interés de los ciudadanos".

Así, los honorarios percibidos "han sido siempre, desde el primer contrato, ajustados a la calidad del trabajo desarrollado, sin que en el transcurso de estos años nadie los haya cuestionado o discutido por considerarlos abusivos o lesivos para el interés público".

Su importe, añade, "se ajusta al volumen de obra ejecutada, que ha sido siempre auditada por los órganos de control competentes", por lo que discutir la "oportunidad política" de la inversión realizada es una cuestión que afirma no le corresponde a él aunque ve "evidente" que "ha contado con el apoyo popular de los votos en las urnas y, por tanto, con la legitimidad que ello le otorga".

"Todas las fuerzas políticas que en estos años han gobernado en la ciudad y la Generalitat -insiste- han respaldado este proyecto, que ha trascendido las fronteras del país y han situado la ciudad de Valencia en el lugar que por su historia le corresponde".

En su opinión, "nadie" ha discutido hasta ahora las "bondades" de un proyecto donde la inversión pública realizada "será recuperada con creces, si no lo ha sido ya".

Respecto a la denuncia de EU de que desde el principio facturaba a la Generalitat sin IVA porque tenía su residencia legal en Suiza, Calatrava señala que "solo puede ser fruto del más absoluto desconocimiento de la naturaleza jurídica y mecanismo de funcionamiento de este impuesto".