La diputada del PP y alcaldesa de Ibi, Maite Parra, protagonizó ayer un grave altercado en los pasillos de las Corts al encararse con el parlamentario de Esquerra Unida Ignacio Blanco tras la sesión de control al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. Blanco, quien formuló la última pregunta al presidente, le reprochó que en el programa electoral del PPCV se prometiera luchar contra la corrupción y, sin embargo, mantiene a un 20%, dijo, de la bancada popular con parlamentarios "imputados o investigados" por corrupción. Los citó con su nombre y apellidos y el caso que les afecta, entre ellos a Parra, sobre la que apostilló: "Cuentas en Suiza". Aludía así a la denuncia ante el juez de una exconcejala del PP de Ibi, que acusa a Parra y a otro edil de tener cuentas en Suiza con cantidades supuestamente ingresadas por una adjudicataria municipal.

"Peineta" en el hemiciclo

Todavía en el pleno, la parlamentaria reaccionó airada y hasta se la vio desde el escaño hacer una "peineta" a Blanco y, según diputados de EU, a la parlamentaria Marina Albiol. La breve respuesta del Consell dio paso a un receso y entonces Parra se fue a buscar a Blanco, hasta que lo encontró en los pasillos. Fuera de sí, se puso a increparlo a gritos, mientras otra parlamentaria popular Carmen Amorós la tenía que sujetar e intentaba apartarla. "¡Te vas a enterar! ¡Eres un mentiroso! ¡Eso es una calumnia!", le decía mientras el diputado de EU le intentaba explicar que simplemente se había hecho eco de la denuncia de una exconcejala del PP recogida por los medios.

No acabó ahí la cosa porque momentos después, cuando el parlamentario se disponía a acceder de nuevo al hemiciclo, Parra lo esperaba a la puerta. Entonces le advirtió que pedirá el acta de la sesión para denunciarlo, mientras el diputado insistía en que él habló de "imputados o investigados". Para respondió que ha presentado "una querella por calumnias con publicidad" contra la exedil.

La escena fue similar a la anterior. Amorós la cogía con los dos brazos para apartarla de Blanco y evitar una escandalera mayor. También Ricardo Costa -quien durante su año de ostracismo a raíz del caso Gürtel fue vecino de escaño de Parra en la última fila- medió para impedir que la cosa fuera a mayores. "Sé caballero, Ignacio", le rogaba para que no se enzarzara. Finalmente, lograron que entrara en el hemiciclo. Al momento, salió a Amorós. "Ya está más tranquila; le hemos dado una valeriana", se oyó que comentaba a otra diputada.

El incidente, de tintes tabernarios, no gustó a la dirección del PP, aunque había quien también pedía comprensión. "Somos personas, tenemos familia". En su "Twitter", el propio Blanco comentó: "En los pasillos han tenido que cogerla para que no se lanzara contra mí".