El anuncio de huelga indefinida hasta lo que queda de curso y la negativa a firmar las actas de las notas de los estudiantes por parte del profesorado asociado, que supone un tercio de la docencia de la Universitat de València, han provocado que el rectorado saliera ayer al paso al indicar que "respeta las medidas de presión" anunciadas pero hace una llamada a la "responsabilidad para evitar perjudicar a los alumnos".

A la vez, los responsables de la institución académica aseguraron que "se contratará todo el profesorado necesario para satisfacer las necesidades docentes del próximo curso 2012/13" y realizará el "máximo esfuerzo para mantener los puestos de trabajo, dentro del marco legal" pero reconoció que la preparación del nuevo ejercicio está sujeto a la "incertidumbre" derivada de la reciente normativa del Gobierno.

Este decreto contempla incrementar las tasas y ampliar el horario de docencia del profesorado que no investigue lo que afectará a la contratación de asociados.

En este mismo sentido, apuntan a que hasta que no comience el curso no conocerán la demanda real de matrícula y, por tanto, las necesidades de plazas docentes y recuerdan que han mantenido la plantilla hasta ahora a pesar de que en los últimos cuatro años se han reducido los presupuestos.

Por su parte, la sección de CC OO de esta institución académica, tras la reunión mantenida con responsables de la misma, cuestionan la "escasa información sobre el impacto de las medidas en las plantillas y sobre las formas concretas en que piensan aplicarlas por parte de los rectorados de las universidades públicas valenciana ya que en todas es muy parecida".

También comentan que en algunas universidades, donde ya tenían el nuevo curso organizado, no se va aplicar el decreto.