La subida de ratios, la cobertura de bajas a los quince días, la reducción de sueldos -incluidos sexenios- o la previsión de que el próximo curso habrá entre 4.500 y 8.000 profesores menos de una plantilla de 52.000 en la enseñanza pública no universitaria de la Comunitat Valenciana, como consecuencia de la aplicación de las medidas de recortes de los gobiernos central y autonómico, pondrán en huelga al colectivo a partir de mañana, convocado por los cinco sindicatos del sector: STE-PV, CC OO, CSIF, ANPE y FETE-UGT.

Esta "unión inédita" que no se producía desde las protestas de 1988, como recordó el portavoz del STE-PV, Vicent Mauri, ha llevado a convocar a seis días de huelga. No obstante, ayer anunciaron que en principio serán tres y, dependiendo de la respuesta y lo que se decida en las asambleas, se prolongaría.

Así, habrá huelga mañana 16, y el día 17, con sendas manifestaciones por la tarde, más la del 22, respaldando la convocatoria nacional en todo el sector educativo.

Dadas las fechas, el secretario general de la federación de CC OO, Miguel Ángel Vera, aseguró que "no se perjudica a los alumnos. Eso sería si la huelga fuera en junio. Lo que estamos haciendo es defender la escuela pública y contamos con el apoyo de los padres de la Confederación Gonzalo Anaya, aunque no de la Gabriel Miró".

Al respecto, la consellera de Educación, María José Catalá, desde Alicante pidió ayer a los convocantes de la huelga que "reflexionen" y lleven a cabo esas acciones fuera del horario lectivo porque estos días sin clase "pueden perjudicar a los estudiantes" añadió. "Respeto" el derecho a huelga "como siempre se ha hecho desde el Consell" indicó, según informó la agencia EFE.

Por FETE, Javier Zurita destacó las "razones que justifican la huelga" como "el grave empeoramiento de las condiciones de los docentes". Desde CSIF, su presidente de Educación, Rafael Collado, criticó la "gran improvisación" de la Administración al tomar las medidas de recortes, como el aumento de ratios que contraviene las medidas de un aula.

Lauren Bárcenas, presidente de ANPE, matizó que aunque su organización no es "amiga de las huelgas en esta ocasión llaman la atención porque de la Educación dependerá el futuro".