Al Xiquet de Mislata y a Evaristo, dos de los grandes cantaors del siglo XX, y más todavía a Maravilla y Carabina, dos voces legendarias del XIX, les hubiera costado creer el acuerdo que ayer adoptó el pleno del Consell: el cant valencià tradicional, constituido principalmente por el cant d'estil y las albaes, será incluido como una nueva especialidad reglada en los conservatorios profesionales de música de la Comunitat Valenciana para que se imparta como un grado profesional de seis años, al mismo nivel que el piano o el violín.

La injusticia y el olvido que durante décadas se abatió sobre este patrimonio inmaterial de la cultura valenciana, que a punto estuvo de desaparecer, se intenta reparar con este proyecto de la Conselleria de Educación que dirige María José Català. El objetivo es tan simple como ambicioso: fomentar la conservación, a través del estudio, la investigación, la promoción, la difusión y, en suma, la dignificación, de las músicas valencianas de tradición oral, así como de sus valores antropológicos, históricos, sociales y artísticos.

La Conselleria de Educación iniciará "en breve" los trámites administrativos para que el Ministerio de Educación acepte la inclusión de la especialidad de cant valencià en los conservatorios valencianos. Después se llevará a cabo un decreto autonómico que lo regule y luego se ejecutará la implantación en los conservatorios, tras sacar la correspondiente bolsa de trabajo para especialistas que puedan impartir clase. Aunque se intentará hacer "lo más rápido posible", será difícil que pueda empezar el próximo curso, según confirmó ayer a este periódico Manuel Tomàs, subdirector general de Calidad Educativa de la Generalitat y exdirector del conservatorio de Torrent.

Tomàs añadió que, además de impulsar la profesionalización de los cantaors, también se ofrecerá como asignatura optativa para que el resto de estudiantes de música puedan conocer y apreciar este canto caracterizado por una expresividad vocal virtuosista de aspecto libre y melismático que pefeccionaron labradores y artesanos. Hasta ahora, sólo había algunas escuelas no regladas en l'Horta donde se enseñaba el cant d'estil y las albaes.

Josep Vicent Frechina, coordinador de la revista de música y cultura popular Caramella y autoridad en la materia, aplaudió ayer la decisión de "reconocer, valorar y difundir" el cant d'estil, pero expresó su "preocupación" de que se someta al cant valencià "a las dinámicas propias del conservatorio" y esto suponga "desvirtuar la forma tradicional de cantar al amoldarse a un ámbito que no es el suyo".