La Conselleria de Justicia y Bienestar Social busca al sacerdote valenciano Francisco Sirvent Domínguez para notificarle el inicio de un procedimiento de regularización o de extinción de la Fundació Lucània, creada en 2009 para "trabajar por la consecución de una Iglesia Católica valenciana" y crear un "centro cultural para el estudio del valenciano" en un paraje de la localidad alicantina de Tàrbena. El Consell señala que la fundación no ha presentado cuentas ni presupuestos desde el mismo año en la que se creó, y no existe constancia de que funcione ni de que cumpla con sus fines.

La conselleria asegura que no ha podido practicar la notificación personal de este acto administrativo a Sirvent, pese a que le consta como último domicilio conocido una casa de la calle Doctor Gómez Ferrer de Tavernes Blanques. Una hermana del religioso confirmó ayer a este periódico que, aunque no mantiene relación con él, le consta que vive actualmente allí.

Sirvent es el responsable de la fundación que señala la conselleria, pero la organización estaba originalmente encabezada por el sacerdote e histórico filólogo Pere Riutort, que tiene abiertos varios procesos judiciales contra Sirvent por cambiar los fines y falsificar documentos de Lucània. Riutort asegura que Sirvent se presenta, entre otros títulos, como protonotario apostólico de la Santa Sede, tal como figura en un Breve de Benedicto XVI que le nombraba como tal y que le mostró en 2007.

El sacerdote residente en Tavernes fue noticia en 2008 cuando se supo que desde 2006 figuraba en el Anuario Pontificio como prelado de honor del Papa en una provincia argentina, y que lo era pese a que en 1995 fue expulsado del Ejército al ser acusado de coacciones sexuales por varios soldados del acuartelamiento de Sa Coma, en Eivissa, donde ejercía de capellán castrense. El caso salió a la luz después de que uno de las presuntas víctimas intentara suicidarse tras acusar a Sirvent de ofrecerle dinero y drogas a cambio de sexo. Otros soldados denunciaron al clérigo ante sus superiores por coaccionarles (les amenazaba con arrestos y una querella millonaria, aseguró uno de ellos) para que mantuvieran relaciones sexuales con él.

Tras su expulsión, Sirvent se instaló en Puerto Rico -donde había sido ordenado sacerdote tras estudiar en Alcoi y Valencia- y allí fue párroco de la iglesia del Sagrado Corazón de la diócesis de Ponce, además de profesor del departamento de filosofía y teología de la Pontificia Universidad Católica. También en este estado libre asociado de Estados Unidos fue sancionado por abusos sexuales, prohibiéndosele confesar y celebrar misa, y se le acusó de llevarse dinero (50.000 dólares) de la parroquia.

Se sabe que a continuación se instaló en Argentina, donde ejerció de experto en derecho canónico y donde el 31 de marzo de 2005 obtuvo la prelatura de honor en Mendoza por ofrecer a su diócesis ayuda y orientación para la formación del Tribunal Eclesiástico, además de una ayuda económica para el sostenimiento de los sacerdotes ancianos aunque, según señaló en 2009 a Levante-EMV el obispado de esta provincia, la ayuda y servicios nunca se concretaron.

A partir de 2006 Sirvent reapareció en la Comunitat Valenciana, donde se involucró en la Fundació Mata de Jonc, entidad religiosa de corte valencianista donde alcanzó un cargo directivo y de la que surge la Fundació Lucània impulsada por Pere Riutort.