Representantes de las quince asociaciones de mujeres que desde hace veinte años tienen su sede en un céntrico piso de Valencia, cuyo alquiler sufraga la Dirección General de la Mujer de la Generalitat, y que hace dos días recibieron la comunicación de que el próximo 25 de junio tendrán que desalojar el inmueble al vencer a final de mes el contrato de arrendamiento manifestaron que no saldrán de allí si no tienen una alternativa a donde ir.

"Se creen que esto es un lugar de entretenimiento y ocio y no tienen ni idea de la labor social, de atención psicológica, jurídica y personal que hacemos con cientos de ciudadanas", declaró ayer Amalia Alba, de Mujeres Progresistas. "No vamos a dejar esto si no tenemos donde ir, no estamos dispuestas a abandonar a las mujeres que tienen esta sede como referencia desde hace más de dos décadas", agregó.

Las asociaciones han solicitado una entrevista con el conseller de Justicia y Bienestar Social, Jorge Cabré, para exponerle el trabajo de voluntariado que hacen con víctimas de agresiones sexuales, mujeres que han sufrido una mastectomía a causa de un cáncer de mama, viudas que acuden rotas por la pérdida del esposo, inmigrantes...

"El gran gasto que ocasionamos es el pago del alquiler porque el resto lo pagamos nosotras", concluyó.