La subida de tasas universitarias, el endurecimiento de los requisitos para conseguir una beca y un posible cambio de normativa en otoño que puede poner patas arriba el sistema educativo tal y como lo conocemos ahora son el marco que envuelve esta Selectividad 2012, que arrancará el martes en la Comunitat Valenciana. Las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) concentran un año más a cerca de 20.000 alumnos en todo el territorio valenciano, que por primera vez sienten que estudiar una carrera no es garantía para encontrar trabajo en el futuro.

De estos miles de alumnos, y a falta de dos días para pasar este trance, el 82% no sabe todavía la carrera que va a elegir, según un informe de la consultora Círculo Formación, especializada en escuelas de negocio y universidades.

La percepción por parte de los alumnos de estas pruebas, que llevan diez años realizándose y que este año presentan la prueba oral de inglés como novedad, ha ido cambiando con el paso del tiempo. Los nervios continúan estando ahí, inevitablemente, pero la mayoría de los pupilos es consciente de que con un buen seguimiento en bachillerato es difícil suspender las PAU. La duda ahora no es si aprobarán, es si conseguirán ese 5,5 de media para obtener una beca del Ministerio de Educación o si lograrán entrar en la carrera que desean en medio de la avalancha de estudiantes que se presentan.

"Este año me podré pagar la matrícula porque tengo dinero ahorrado, el que viene ya veremos", explicó a este diario Laura, una joven de 23 años que se examinará para subir nota media y entrar en Administración y Dirección de Empresas. Como ella, muchos de los que se presentan a las pruebas específicas o a la totalidad de los exámenes continúan optando por la universidad como herramienta de futuro. "Cuando acabe la crisis habrá muchas más personas preparadas, la competencia será brutal y hay que estar preparados", indicaba Clara, que proviene de un módulo superior de administración y finanzas.

Una selectividad "blanda"

Respecto a pasar con éxito el trance, Toni de la Torre, miembro vocal de un tribunal del selectivo durante ocho años , sostiene que las pruebas han ido a menos, se han ablandado con el tiempo y que ahora son mucho más fáciles de cuando comenzaron. "La subida de tasas para el año que viene asusta a las universidades, que creen que habrá menos matriculados. Seguramente pondrán los test más accesibles". El profesor de valenciano también opinó que al alumnado de hoy le faltan herramientas y bagaje para enfrentarse a esta prueba de madurez.