Y llegó el día. La Generalitat, la CAM y Bancaja, los tres socios de referencia de Terra Mítica durante más de una década, formalizaron ayer en una notaría de Valencia la venta de sus acciones de Terra Mítica por 65 millones de euros a la empresa Aqualandia. No ha sido, precisamente, un negocio redondo: el complejo de Benidorm les costó al menos 377 millones, si bien hay cálculos que elevan aún más esta cifra. De cualquier manera, y a pesar de lo que han perdido en la aventura, tanto el Consell como las dos entidades bancarias respiran con alivio al abandonar un complejo de ocio en el que tuvieron que realizar continuas inyecciones económicas desde su inauguración en julio de 2000 debido a las constantes pérdidas y a las dificultades para atraer visitantes. En realidad, los 65 millones de la operación de venta apenas servirán para tapar agujeros: permiten liquidar la deuda viva acumulada por la Generalitat (45 millones) y por el resto de los socios entre 2006, cuando se levantó una suspensión de pagos en el recinto, y 2010. El resto de la inversión se supone irrecuperable.

La Generalitat, a través de la empresa pública Sociedad de Proyectos de Parques Temáticos (SPTCV), tenía el 22,31% de las acciones del complejo mientras que la CAM y Bancaja -ahora integrada en Bankia- poseían cada una el 24%. En total, 683.705 acciones, algunas también del Banco de Valencia. Todas acabaron ayer en poder de Aqualandia, que de esta forma adquiere el 70,76% del paquete accionarial -el 29,24% permanece en mano de los pequeños accionistas- y toma el control del parque de Benidorm, que queda definitivamente en manos privadas, con el empeño de cambiar su aciaga trayectoria.

La mercantil que controla el empresario francés George Pierre Santa-Maria había ya adelantado 15 millones de euros de la operación total de compra en agosto de 2010 cuando comenzó a gestionar en régimen de arrendamiento el parque temático. Ese fue su primer paso. El segundo lo dio este mismo año, cuando afrontó una ampliación de capital de 31 millones de euros para sufragar la operación. El resto de la misma, hasta alcanzar los 65 millones que invierte en el envite, se sufragarán con financiación bancaria y recursos propios. La compañía de Santa-Maria se obliga además a compartir con los pequeños accionistas el 30% del beneficio obtenido de una posible venta de los terrenos de Terra Mítica en un plazo de 30 años.

La Generalitat anunció ayer que la operación se enmarca en el proceso de Reordenación de Proyectos Estratégicos anunciado en diciembre y que en la práctica supone deshacerse de algunos de los proyectos más faraónicos de los gobiernos de Eduardo Zaplana y Francisco Camps. En un comunicado oficial, el Consell agregó que además de liquidar su propia deuda, la venta de ayer permite "garantizar la viabilidad de Terra Mítica al quedar en manos de una empresa líder del sector como es Aqualandia". También subrayó que en la operación el Consell ha cumplido con la Ley de Contratos del Sector Público.