La Central Nuclear de Cofrentes vive con relativa normalidad la evolución del incendio que afecta ya a miles de hectáreas en las vecinas poblaciones de Cortes de Pallás y Dos Aguas después de que en las primeras horas del siniestro se interrumpiera momentáneamente el suministro a través de una de las líneas que llegan a la instalación atómica. De las misma manera que las centrales hidroeléctricas de Cortes II y Millares y Cortes- La Muela. Estas instalaciones, concentradas en unos pocos kilómetros cuadrados, están consideradas como el "corazón eléctrico" de España.

Las oscilaciones en la línea de 128 KV que llega a la central nuclear de Cofrentes desde la vecina central hidroeléctrica de Cortes-La Muela provocaron que se activaran las protecciones de la línea y se interrumpiera el suministro. El suceso hizo que se activaran automáticamente los protocolos de seguridad y que entrara en funcionamiento uno de los tres generadores diesel de la instalación.

El Consejo de Seguridad Nuclear fue informado por el titular de la instalación y al atardecer del pasado jueves confirmaba la vuelta a la normalidad en un comunicado en el que subrayaba que los sistemas de seguridad habían funcionado "según lo previsto" y tras la recuperación de la alimentación de la línea de 138 kV, el generador diesel había vuelto "a situación normal".

Uno de los sucesos desencadenantes de los accidentes nucleares con fusión del núcleo es el fallo en el suministro eléctrico. Para garantizar la energía necesaria para los equipos de seguridad bajo cualquier circunstancia, Cofrentes tiene tres generadores diesel de gran capacidad situados en tres salas independientes y dotados de un alternador de 6,3 kV. Periódicamente se revisan y se arrancan para comprobar su buen funcionamiento y certificar que su potencia basta para mover las bombas de recirculación y todos los elementos de seguridad.

Cofrentes saca la energía generada en la central nuclear a través de cinco líneas de alta tensión (4 a Valencia y una a Madrid). Dispone además de dos líneas de reserva , una de las cuales ha sido activada para alimentar "en isla" -aislada de la red nacional e inmune, por tanto, a hipotéticos apagones- a los bombeos de la central hidroeléctrica de Cortes-La Muela, los que suben el agua por la noche al inmenso depósito construido en la reserva natural. Hace unos años, la otra línea de reserva fue habilitada para poder inyectar energía eléctrica procedente de cualquier instalación conectada a la red nacional a la central de Cofrentes.

Centrales hidroeléctricas

Las centrales hidroeléctricas de Cortes II, el bombeo de Cortes -La Muela y Millares los suministros "están normalizados", según explicaron fuentes de Iberdrola. Se trata de centrales muy automatizadas y que prácticamente se manejan desde instalaciones situadas en Valencia. Además, en el caso de Cortes-La Muela y Millares, las centrales están situadas en el interior de amplias cavernas aisladas por roca y hormigón.

El riesgo latente en este caso es que el incendio y el calor asociado provoquen la caída de una de las líneas de alta tensión que salen del complejo hidroeléctrico en dirección a los mercados eléctricos de Madrid y Valencia, lo que inutilizaría indirectamente las centrales durante las horas que durara la reparación.