"Había cuatro llamas delante de la casa y dos personas que iban desesperadas de un lado para otro como sin saber que hacer, pero pensamos que el fuego no tendría mucho futuro porque los alrededores estaban pelados. No entiendo cómo se pudo escapar estando el pantano a cinco kilómetros". Este es el resumen del inicio del incendio de Cortes de Pallás realizado por un testigo del mismo que llamó al 112 para comunicar la noticia y presenció, junto con otros tres compañeros, los primeros minutos del fuego más devastador de las últimas décadas.

Según cuenta, volvía de comer de Cortes de Pallás junto a tres compañeros más cuando vieron humo a la derecha de la carretera. Luego tomaron una curva y ya vieron directamente el fuego, así que decidieron parar y llamar al 112 para dar la alerta. Para entonces los servicios de emergencias ya habían recibido otro aviso, probablemente el de los dos operarios que lo habían provocado, sospecha, pero no habían facilitado el punto exacto, de manera que fueron ellos los que precisaron que las llamas estaban entre el punto kilométrico 8 y 9 de la carretera que va de El Oro a Cortes de Pallás.

Dado el aviso, se quedaron en la carretera esperando a las asistencias. A lo lejos, comenta este testigo, "se veían cuatro llamas y dos hombres que iban adelante y atrás sin poder hacer nada". "Es posible que ni siquiera supieran donde estaba la manguera o cómo enchufarla", comenta. Aún así, no pensaron que fuera grave. "Un compañero llegó a decir que ese fuego tenía poco futuro, porque todo los alrededores estaban pelados de monte", precisó. Cinco minutos después del aviso, continúa el testigo, llegó un forestal en una furgoneta y cinco minutos más tarde llegó el servicio de emergencias, así que ellos ya se marcharon "pensando que la cosa no iría a mayores". Pero no fue así.

El humo seguía saliendo cada vez más fuerte y hasta la media hora no llegó el primer helicóptero, así que decidieron volver a ver qué pasaba. Y lo que pasaba es que "el viento lo había disparado todo". "El brigadista y los del 112 estaban con estas personas en la casa, pero ellos no podían meterse con el fuego", afirma el sorprendido espectador, quien todavía no entiende que pudiera propagarse con tanta rapidez estando el embalse a cinco kilómetros".

Según otras fuentes, el 112 habría movilizado a la brigada helitransportada de la base de Enguera, muy próxima al lugar, pero en ese momento se encontraba atendiendo otro conato de incendio. A las 16 horas, apenas unos minutos después de recibir la llamada de uno de los presuntos responsables del incendio. Sin embargo, algo falló en el "despacho automático" cuando en los primeros minutos del siniestro-siempre claves para su extinción-no hubo ni una sola descarga desde las aeronaves habitualmente estacionadas en las bases aéreas de Siete Aguas y Enguera, prácticamente equidistantes y muy próximas al lugar donde comenzó el fuego.

Por el momento, los testigos que pueden aclarar el origen del peor incendio registrado desde 1994 no han sido llamados a declarar. Según dice quien alertó al 112, "el origen debe estar claro y nadie se ha vuelto a poner en contacto con nosotros". "Lo peor es el desastre que ha ocurrido", concluye.

Ni brigadas ni vecinos en el inicio del incendio en Andilla

Los servicios de extinción, a excepción de un hidroavión que realizó una única descarga, "tardaron cuatro horas" en llegar al lugar en el que comenzó el incendio de Andilla el pasado viernes. Decenas de voluntarios y vecinos, algunos con amplia experiencia en el monte, asistieron a la propagación del fuego sin poder intervenir por el férreo control ejercido por la Guardia Civil. Éste es, a grandes rasgos, el lamento de Ecologistas en Acción ratificado por algunos vecinos.

Según aseguran, los brigadistas y los forestales de esta zona de Andilla, "actualmente muchos de ellos en paro", víctimas de los recortes de la Administración Valenciana, "fueron totalmente ignorados". Añaden que pese a disponer en la zona de "abundante maquinaria pesada dado la actividad minera en la comarca", las excavadoras no fueron movilizadas hasta las 13 horas del domingo para la realización de cortafuegos.

No obstante, testigos presenciales matizan que los medios tardaran 4 horas en intervenir. Poco después de que se produjera el aviso al 112- un pastor informó rápidamente del inicio de las llamas- un hidroavión realizó una descarga cuyo efecto fue muy limitado, sobre todo porque no hubo continuidad.

Muchos vecinos agradecen el trabajo de los miembros de la Unidad Militar de Emergencias, aunque advierten que su conocimiento del terreno es "nulo" y pese a ello no aceptan la ayuda de voluntarios que sí dominan la geografía local e incluso tienen alguna experiencia forestal. Como ocurre en todos los grandes incendios, las llamas desbocadas han vuelto a reabrir el debate sobre si es posible un papel para los voluntarios en este tipo de siniestros.