«Demagógica», «oportunista», «cínica». Son algunos de los calificativos que mereció desde el Consell y el PPCV la propuesta defendida la semana pasada ante el Congreso por el secretario general del PSPV y diputado nacional, Ximo Puig, de reclamar la reforma del sistema de financiación para que la C. Valenciana tenga, al menos, los mismos recursos por habitante que la media del conjunto de las autonomías. La propuesta, que trasladaba a Madrid el pacto de las Corts —la resolución aprobada unánimente en la Cámara el pasado 9 de mayo—, fue rechazada con los votos del PP y UPyD. El conseller y secretario general del PPCV, Serafín Castellano, acusó a Puig de «apropiarse de una reivindicación, como la de financiación, que es de todos los valencianos y sobre la que ha estado callado durante los siete años de Gobierno socialista». Castellano aludió al silencio del PSPV bajo el mandato Zapatero pero, más sorprendente aún, es del PP en Madrid durante este periodo, en el que se encontraba en la oposición. En los más de siete años de Gobierno Zapatero, los populares han martilleado en las Corts con el problema de la financiación, pero no lograron ni una sola vez que Génova asumiera como propia la reivindicación y la pusiera sobre la mesa en el Congreso de los diputados.

Un repaso rápido a los boletines oficiales de las Corts ofrece un balance demoledor: Entre octubre de 2004 y mediados de 2011, el PPCV planteó en las Corts al menos 38 veces la exigencia a Zapatero de más financiación y recursos económicos para la C. Valenciana. Sin embargo, los populares valencianos no lograron trasladar ese debate a la Cámara donde debía materializarse esa reivindicación: El Congreso. Del total de resoluciones —la casi totalidad a instancias del PP o, en cualquier caso, con su voto—, veinte recogen la petición expresa de mejora del sistema de financiación aprobado en la etapa Aznar e impulsado por Zaplana para que se reconociera el incremento poblacional —el famoso «millón de valencianos» a los que Zapatero había dejando sin financiación, la insistente coletilla que repetían los populares— o, tras el nuevo sistema alumbrado a finales de 2009, para que la C. Valenciana goce de la misma financiación por habitante que la media.

Terceros por la cola en fondos

Un desfase que en 2009, último año liquidado, le hizo «perder» a la C. Valenciana 1.018 millones. En total, según un estudio para la Asociación Valenciana de Empresarios, un déficit de financiación en el periodo 2002-2009 de 7.781 millones. En el gráfico, se aprecia también cómo la C. Valenciana, aunque en 2009 —primer año de aplicación del nuevo modelo— subió un puesto, se mantuvo en el furgón de cola de los recursos por habitante al situarse como la tercera con peor financiación, a 5,4 puntos de la media (94,6% frente al 100%). En el debate del Congreso, la réplica a Puig no la dio un diputado valenciano —entre los que se encuentra el exconseller de Economía Gerardo Camps— sino la parlamentaria por Canarias, Matilde Pastora, quien sostuvo que desde 2012 la C. Valenciana ya está bien financiada.

Al margen de las iniciativas que aludían directamente al modelo para instar su reforma, el PP ha llevado a las Corts el debate de la financiación por todas las vías y enfoques posibles: Más financiación para la sanidad, para la integración de los inmigrantes o la escolarización de sus hijos, la Dependencia, la cofinanciación de La Fe, las políticas activas de empleo, la justicia o las administraciones locales. El debate de cualquier área sectorial, sobre todo en los años 2009 y 2010, desembocaba en la exigencia de reforma de la financiación. El Consell replicó a Puig que la discusión sobre los recursos a la C. Valenciana «no toca» ahora. ¿Y cuándo toca?

Lo más cerca que la reivindicación valenciana ha estado en el Congreso durante la etapa Zapatera, bajo el aliento del PP, fue por iniciativas tomadas a instancias de las Corts, no por Génova. La primera fue la proposición de ley presentada en octubre de 2007 para cambiar la Ley de Financiación de las Comunidades Autónomas (Lofca). La segunda, anunciada en septiembre de 2010, pretende modificar el Estatuto valenciano para incluir una cláusula que otorgue a la C. Valenciana un cupo en las inversiones de Estado equivalente al peso de su población en España. Ambas iniciativas están arrinconadas.

Popurrí con Murcia

La reivindicación de la financiación ha sido la salsa de muchas propuestas populares en las Corts, a menudo ligadas a las elecciones. En febrero de 2008, en plena precampaña de las generales, los populares llevaron a las Corts el «decálogo de González Pons», la tabla reivindicación del candidato por Valencia al Congreso. En otras ocasiones, la reivindicación ha tenido tintes pintorescos. Los diputados de Murcia y de las Corts redactaron un «Manifiesto por la Igualdad Interterritorial» que fue aprobado en paralelo en ambas Cámaras, el 8 de abril de 2009 en las Corts. El manifiesto recogía una miscelánea de reivindicaciones, desde la aplicación «del mismo criterio que a Cataluña en el déficit hídrico» ejecutando el trasvase del Ebro, la reforma de la financiación, el AVE, más policías y guardias civiles, más dinero para la Dependencia e integración de inmigrantes y, cómo no, el respaldo de Zapatero a los grandes eventos, desde la Fórmula 1 a la Universiada en Murcia.