El Consell recibió ayer como agua de mayo la puesta en marcha por el Gobierno del fondo anunciado la noche del jueves en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para solucionar los problemas financieros de las autonomías ante la imposibilidad de colocar su deuda en los mercados. Pero la letra pequeña del nuevo "mecanismo" de financiación, detallada ayer por el ministro de Economía, Luis de Guindos, supone un jarro de agua fría a las expectativas de la Generalitat y deja en el aire la posibilidad de atender las obligaciones con colectivos como los farmacéuticos y todos aquellos que dependen de una subvención de la Administración autonómica, desde los ayuntamientos a cualquier entidad con convenio firmado.

Los mensajes cruzados desde el Gobierno y la Generalitat fueron ayer contradictorios. El ministro de Economía, al igual que la noche anterior hizo el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, dejó claro que el nuevo fondo servirá únicamente para garantizar vencimientos de deuda. Esto es, para eludir que una comunidad incurra en un "default", en bancarrota. Nada más. Por contra, el vicepresidente José Císcar, explicó tras la reunión de Ejecutivo que "lo que se dijo en el Consejo de Política Fiscal" es que el fondo tendría una doble finalidad, "para vencimientos de deuda y también para liquidez". "Liquidez en general para atender todo tipo de pagos, lo que nos ampara para hacer frente a cualquier obligación", defendió Císcar quien, no obstante, indicó que habría que esperar al Consejo de Ministros para "saber exactamente cómo va a operar el fondo". La comparecencia de Císcar fue anterior a la de De Guindos y lo que éste trasladó a buen seguro que no tranquilizó a la Generalitat.

El Consell deseaba los hispanobonos, que le habrían permitido colocar su deuda con el aval del Estado, pero el fondo de rescate es mucho más limitado. Císcar aplaudió la medida alegando que, aunque no son hispanobonos, "la finalidad será la misma". "Se trataría de un mecanismo más similar al Plan de Pago a Proveedores", llegó a afirmar. Pero no tiene nada que ver. Un portavoz del Ministerio de Economía insistió ayer a este periódico que el nuevo fondo es para deuda, "no para gasto corriente". Como mucho, el nuevo recurso, al asegurar que el Consell no tendrá que echar mano del presupuesto para tapar vencimientos, podría dar algún margen para atender los pagos que no cubrió el Plan de Proveedores (sólo capítulo dos de funcionamiento y seis de inversiones). La otra opción en que confía el Consell es que, con el dinero sobrante del primer plan, se arbitre otro para subvenciones, conciertos y convenios en septiembre.

La amenaza de la intervención

Pero no fue ésta la única contradicción. El Consell, que como adelantó ayer este periódico se acogerá al nuevo fondo de rescate, aseguró que para 2012 "no hay previstas más medidas de ajuste", según Císcar. Sin embargo, De Guindos avanzó que las autonomías que se acojan al mecanismo tendrán que presentar un plan de ajuste y deberán informar "puntualmente" de la ejecución presupuestaria. De hecho, "en última instancia" el Gobierno conserva incluso la capacidad de intervenir las que incumplan los vencimientos de deuda.

La inyección estará sujeta a una estricta "condicionalidad fiscal y financiera". Fiscal, para garantizar que podrán devolver el dinero que pidan, teniendo en cuenta que éste queda garantizado por las propias transferencias del Estado en concepto de financiación, y financiera, para asegurar su viabilidad, de manera que "sus cuentas públicas no se vean desbordadas por la evolución de los costes financieros".

Respecto a 2013, el vicepresidente del Consell señaló que van a estudiar "nuevas medidas para poder cumplir con el déficit" para el próximo año, "que baja del 1,1% al 0,7% del PIB" valenciano. Esas cuatro décimas que el Gobierno impuso el miércoles a las autonomías en el CPFF representan 400 millones más de recortes, que se suman a los 400 que ya conllevaba la reducción del déficit del 1,5% de este año al 1,1%. Las medidas de ajuste se incluirán en los presupuestos para 2013.

El vicepresidente también fue inquirido sobre si la Generalitat está entre las 8 autonomías a las que el Gobierno ha apercibido por incumplir los objetivos de déficit a 31 de marzo. Císcar reiteró que el Gobierno no identificó a las afectadas y ayer Montoro insistió en no revelarlas. Pero, como informó Levante-EMV, la valenciana es una de ellas, junto con Murcia, Andalucía, Cataluña, Extremadura, Galicia, Madrid y Cantabria. Hacienda activó para ellas el mecanismo de intervención y la próxima semana mantendrá las reuniones bilaterales.

El conseller lanzó un mensaje de "tranquilidad" al respecto: "Estamos tranquilos porque los datos que se tomaron en cuenta eran a 31 de marzo y las medidas de ajuste del decreto ley de enero no eran de aplicación hasta marzo, por lo que habrá que esperar al primer semestre para ver cómo lo estamos haciendo". También se sacó una espinita: "Hasta ahora, siempre que se hablaba de déficit y deuda sólo se nombraba a la C. Valenciana; ahora se cita a ocho, lo que significa que hacemos los deberes".