Alfonso Rus ha salido reforzado del XIV congreso provincial que ayer le elevó por tercera vez como presidente del PP de Valencia y le consolida como referente territorial dentro del nuevo PPCV de Alberto Fabra. Rus obtuvo el apoyo de 1.122 de los 1.230 delegados que votaron (el 91,2 %); 97 emitieron su papeleta en blanco y hubo once nulos. Pese a que el porcentaje es algo más discreto que el 98 % de hace cuatro años, seguramente el resultado de ayer le supo mejor.

El alcalde de Xàtiva llegaba a este cónclave tras haber desafiado a Alberto Fabra en el pasado congreso regional de Alicante. El jefe del Consell, que escogió como número dos a Serafín Castellano contra la voluntad de Rus, obtuvo un respaldo del 81%. Pero recibió un voto crítico liderado por el presidente de la diputación que se concretó en un 18 % de abstención.

Aquella maniobra no le ha salido gratis a Alfonso Rus, pero los daños son mínimos. Ayer, su alianza con Rita Barberá y Juan Cotino (los tres entraron juntos al congreso para visibilizar el pacto) aglutinó al 91 % de la provincia. Pese a no integrar en la ejecutiva a ningún afín a Castellano, la abstención solo movilizó a un 8,7 %. Ese el peso del sector crítico, celebraba ayer el rusismo, que apuntaba al propio secretario general del PPCV y otros dirigentes de su equipo como promotores del voto en blanco.

De hecho, Rus se permitió echar otro pulso a Fabra al desoír su consigna de "limpiar" de imputados los órganos de dirección. Y es que en la nueva ejecutiva se mantiene como vocal de libre designación Rafael Blasco, que está a un paso de ser formalmente imputado por el TSJ dentro de la trama de ONG. Cabe recordar que el propio Fabra ya ha apartado a Blasco de sus funciones como portavoz del PP en las Corts. Es un gesto "personal" de Rus (el cargo no tiene peso político) con quien ha sido su aliado los últimos años, pero que no deja de contravenir las directrices del jefe del Consell.

Además de esto, Rus destacó ayer con un discurso en el que elevó el tono reivindicativo ante Rajoy más allá de lo esperado en un feudo popular. Y de paso puso al jefe del Consell en un dilema: entre los intereses valencianos y la obligada contención ante un Gobierno del que depende la viabilidad financiera de la Generalitat.

"En Madrid manda Mariano [Rajoy] pero hay que reivindicar que somos un millón más porque se comprometió aquí. Arréglalo y si no puede ser ahora, haz un pagaré y ya lo cobraremos, pero reconócelo", clamó sobre la financiación.

Incluso evocó la riuà del 57 para proclamar: "No nos dieron nada de Madrid, no nos han dado nunca nada, ni la mano", mientras los valencianos: "siempre hemos estado ayudando a toda España". "Queremos que no den lo mismo que a los demás; con lo mismo que a los demás nos apañamos y eso es lo que tenemos que reivindicar". Y recordó: "[Los populares valencianos] hemos hecho mucho para que Rajoy sea presidente".

El líder provincial insistió a Fabra que "nos tienen que financiar" y, dirigiéndose al jefe del Consell, le brindó su apoyo desde su territorio dentro del partido: "Eres la referencia. Yo y mi equipo te vamos a apoyar a muerte y no vamos a buscar historias para no dormir".

"Contra campañas difamatorias"

Tras estas palabras, el jefe del Consell, que cerró el XIV Congreso provincial, recogió el guante de la reivindicación: "Vamos a seguir reivindicando una imagen y un trato justo [financiación y alta velocidad]. Ya se han acabado las campañas difamatorios porque somos un territorio con fuerza, potente, trabajador y honesto y vamos a seguir haciéndolo para que no jueguen con nuestra imagen y capacidad". Y en clave interna, señaló: "La unión es fundamental y tenemos que estar más unidos que nunca porque ya habrá otros que intenten abrir fisuras".

Por su parte, la alcaldesa Barberá exhibió la sintonía con Rus en su intervención, y siguió la línea de Fabra: "Pedimos respeto para nuestra tierra". Y animó a "levantar la cabeza con orgullo ante la "recalcitrante, intencionada y distorsionada imagen que tienen de nosotros".