Radiotelevisió Valenciana (RTVV) estalló ayer al conocerse los detalles del expediente de regulación de empleo (ERE, el 76 % de la plantilla. A partir del informativo del mediodía, cortado por representantes del comité de empresa megáfono en mano, toda la emisión en directo de la jornada se vio afectada, una situación que previsiblemente continuará hoy. Ni la presencia policial en el centro de producción de programas de Burjassot logró imponer la normalidad en la señal de la televisión autonómica.

A las 10.55 horas, el secretario general del ente, Juan Prefaci, enviaba un correo electrónico a los representantes sindicales en el que los convocaba una hora después en su despacho. El motivo no se especificaba, pero todos lo sospechaban. Y no iban errados. Los detalles del ERE los recibían en un CD, después de que Prefaci les confesara que era «el peor día de su vida» y sólo había dormido media hora, pero que los despidos son «la única solución para no cerrar RTVV».

Media hora después del inicio del encuentro, la cadena autonómica distribuía un comunicado en el que daba carácter oficial al secreto mejor guardado de los últimos meses y confirmaba —ligeramente aumentadas— las cifras que adelantó Levante-EMV hace ahora un año.

En ese momento, incluso directivos de la casa desconocían el volumen del plan de despidos diseñado por las consultoras contratadas (PricewaterHouse Coopers y Garrigues) y el estallido social en el centro de producción de programas no se hacía esperar a la vista de que tres de cada cuatro estarán en la calle el 1 de enero de 2013.

El gesto definitivo que hizo saltar los ánimos fue comprobar que en la escaleta de contenidos del Notícies 9 del mediodía no aparecía mención alguna al ERE.

Los miembros del comité de empresa, acompañados por decenas de trabajadores entraron en el control del estudio 3, en la primera planta del edificio de Burjassot, desde el que se emite el noticiario, para señalar a la responsable de Informativos, Salut Pedrós. «No hay en el informativo ninguna noticia del ERE, el más brutal llevado a cabo en el país, y tú estás ahí, tota repantigà, que no sé ni por qué estás aquí», le espetó megáfono en mano la representante de Intersindical Maria Josep Poquet. De manera inmediata, la comitiva se dirigía al plató, donde los presentadores del Notícies 9 de ayer, Carmen Bort y Joan Espinosa, no habían podido acceder, y se hacía dueña de la emisión en directo.

Intersindical Valenciana ha grabado la protesta desde dentro del plató de informativos.

Durante unos siete minutos en la pantalla se vio a un centenar de trabajadores mientras los dirigentes del comité de empresa, con megáfono, explicaban que no van a parar de «luchar» y de fondo se oían los gritos de «dimisión, dimisión». El presidente del comité de empresa, Vicent Mifsud, acusaba a los gestores actuales y pasados de «repartirse el botín que habían saqueado de la visita del Papa» y de servir «a un partido plagado de corruptos». «Nos lo quieren robar todo», fue otra de las proclamas en antena. Por su parte, Salut Alcover criticó en lo que se ha convertido Canal 9, «donde hoy no sale otra cosa que no sea el presidente de la Generalitat, que aparece en sesión continua».

Transcurrido el tiempo citado, la pantalla se fundía a negro y poco después la emisión regresaba con un documental sobre el fondo marino de la isla de Tabarca. Abajo, un rótulo pedía disculpas a los espectadores e informaba de que no se podía ofrecer la programación habitual «por motivos del ERE». No obstante, en las plataformas de pago (Ono e Imagenio) continuó viéndose durante unos minutos más la protesta de los trabajadores en el plató.

La interrupción de las emisiones en directo duró hasta las 17.00, cuando el boletín horario del canal Nou24 pudo ofrecerse con normalidad.

Antes de eso, a eso de las 14.30, dos inspectores de la Policía Autonómica se habían personado en las instalaciones para advertir a los protagonistas de la protesta de un posible delito por ocupación de un espacio público y de sus consecuencias penales. Según el comité de empresa, los agentes acudieron al recibir una llamada de la dirección de RTVV, que también reforzó la presencia de seguridad privada, según las mismas fuentes. Tras la aparición de las Fuerzas de Seguridad, los empleados se retiraron del plató y el control del estudio 3. Sin embargo, la retirada fue estratégica y una hora después, la pantalla evidenciaba el caliente estado de los ánimos.

En connexió empezaba 15 minutos más tarde por el nivel de las protestas en los pasillos y cuando por fin la presentadora, Laura Grande, tomaba la palabra desde Benicàssim se encontraba con que cada conexión con diferentes puntos de la C. Valenciana que intentaba era imposible. Tras una entrevista al diseñador de Castelló Higinio Mateu el programa finalizaba antes de las 18.30 horas.

Los sindicatos y la oposición organizan un gabinete de crisis

Los secretarios generales de CC OO PV y UGT PV, Paco Molina y Conrado Hernández, el portavoz Intersindical Vicent Mauri, el presidente de CSIF, Daniel Matoses, el líder del PSPV, Ximo Puig, el portavoz de Compromís, Enric Morera, la síndica de EUPV en las Corts, Marga Sanz, y la diputada Mónica Oltra se reunieron ayer «para sumar fuerzas contra los recortes». Conrado Hernández dijo que «hay motivos de sobra para protestar con contundencia». Paco Molina aseguró que el Gobierno valenciano actúa «desde la impunidad y la imposición» y dijo que el ERE «quiebra el Estatuto de Autonomía porque RTVV es un ente público que no tiene que obedecer únicamente a los resultados económicos; juega un papel en la cohesión social, la identidad cultural, la fijación de nuestro territorio y la promoción de nuestra lengua».

La Unió de Periodistes Valencians considera que el despido masivo supondrá «un golpe mortal a la radio y televisión pública de los valencianos». El colectivo entiende que el ERE es «brutal y desproporcionado y en ningún caso garantiza la pervivencia de unos medios de comunicación públicos y de calidad que necesita la sociedad valenciana». «No se trata de una medida de recorte de gastos si no de una auténtica voladura de un modelo de medios de comunicación públicos que han sido mal gestionados desde hace años». La Asociación de Periodistas Gráficos también condenó el masivo despido.