Se abrió la verja que aisla la gran plaza del centro de producciones de Burjassot y entró un Mercedes de eslora considerable y muchos trienios. «Lla-dre, lladre, lla-dre», empezaron a gritar los concentrados en la explanada. Medio millar de trabajadores de Canal 9 que se saben en el corredor de la muerte. El haiga aparcó y, en medio de la expectación, se apeó Rafa Xambó, consejero de RTVV por Compromís, además de sociólogo, cantante y activista empedernido. El cabreo mudó en aplausos. Fueron varios los que acudieron a expresar su apoyo a los trabajadores sometidos al feroz ERE —Agustí Cerdà, Jordi Sebastià o Ximo Clemente, de la Unió de Periodistes— pero el momento para la historia lo protagonizó Xelo Miralles. 22 años, 9 meses y 8 días después, la presentadora que un 9 d’Octubre de 1989, abrió, sentada junto a Diego Braguinski, las emisiones del canal público valenciano, rememoró aquel día.

Megáfono en mano y sujetándose el brazo tembloroso de la emoción y los nervios, pese a las horas de cámara, evocó las sensaciones de la jornada en la que nació Canal 9: «Recuerdo que no podía hablar y ahora tampoco de la emoción. Recuerdo el aplauso de la redacción cuando acabamos el informativo y recuerdo que entramos con las manos limpias y llenas de ilusión». «Hemos trabajado con la misma dignidad que ese primer día; entramos con las manos limpias y salimos con las manos limpias y llenas de experiencia y sabiduría». Fue el pie que dio paso a una cerrada y prolongada ovación.

El corte de la emisión del informativo del lunes llevó a la dirección de Canal 9 a no emitir el programa Ocupa’t para evitar problemas. Hoy habrá concentración ante la sede del consejo de RTVV en la Gran Vía. El comité de empresa ha convocado una huelga que arrancará el día 27 de julio a las 10 horas y finalizará el 28 a las doce de la noche. El propósito es cortar las emisiones y los planes. Ya sucedió con la Nit de la Cremà y la huelga general, antes que el lunes del ERE.

El Consell contempla el despido de 1.295 trabajadores. En los 17 años de gobiernos del PP, la plantilla ha pasado de 653 empleados a 1.695. La necesidad de acabar con «el último bastión socialista», en palabras de Eduardo Zaplana, llevó al primer presidente popular a convocar oposiciones y a montar en 1997 el segundo canal, Punt 2, a donde se orilló a los veteranos. La puesta en marcha de la delegación de Alicante fue el tercer momento de inflación de la plantilla.

La Direcció General de Radiotelevisió Valenciana ha remés hui als membres del consell d’administració de l’ens una proposta d’expedient de regulació d’ocupació que podria afectar a un número màxim de 1.295 treballadors. Esta mesura, que ha sigut comunicada en primer lloc al comité d’empresa, serà sotmesa a votació en el ple del consell previst per a dimecres. Segons esta proposta, Radiotelevisió Valenciana passarà a tindre 400 treballadors»