Cerca de 5.000 buitres leonados (Gyps fulvus) frecuentan el interior de la provincia de Castelló junto a una gran cantidad de alimoches (Neophron percnopterus). Estas dos especies conforman, en gran medida, la representación de aves necrófagas en los cielos valencianos.

En 2009 la Generalitat delimitó tres zonas de especial protección para aves (Zepa) en las que estos buitres se pueden reproducir con mayor facilidad. A partir de ahora, estas tres zonas también estarán protegidas para alimentar a las aves necrófagas.

Se estima que las necesidades de nutrición de estas aves sobrepasan las 1.200 toneladas por año, aunque los comederos especiales habilitados en Teruel y Castelló sólo cubren el 40%, con el inconveniente añadido de que se aporta únicamente cadáveres de ganado porcino. Para aumentar este porcentaje se recomienda que en las zonas protegidas se empleen otras especies ganaderas, con el fin de variar la alimentación de las aves y mejorar así su dieta.

Las tres zonas de especial protección para alimentar y reproducir aves necrófagas se hallan en áreas de l'Alt Maestrat, en Tinença de Benifassà y en Turmell i Vallivana. Aquí se controla casi la mitad de la población reproductora de los buitres leonados y además se ha creado una amplia red de comederos.