El Ball de Torrent ha sido siempre una de las vías de escape, crítica, socarrona, divertida de los valencianos contra la corrupción, la injusticia, el despotismo, la prepotencia y la estupidez de los gobernantes. Como medio de expresión, en esencia, se asemeja a las Fallas en su intencionalidad. Una manera de intentar subvertir y reírse del orden establecido y enfrentarse al poderoso.

El Ball de Torrent es una coreografía antigua a manera de pantomima, que como bien dice su etimología griega "¹????" -panto-, todo y "?????"-mimos-, en una de sus acepciones significa actores que imitan algo o representan a través del mimo historias.

Historiadores de nuestro folclore datan su origen a finales del siglo XIII -Ruiz de Lihory- , otros, como Vicente Veguer, estudioso de este Baile, ven su nacimiento en el siglo XVII. Lo sitúan en dicho pueblo, "el poble dels granerers", que se apuntaban a cualquier fiesta que se les contrataba con tal de ganarse un sobresueldo.

Era el Ball de Torrent la fiesta folclórica multidisciplinar reservada para las grandes solemnidades y celebraciones de acontecimientos donde se mezclaban distintos géneros de las disciplinas musicales, teatrales y coreográficas, como danzas, tuna, guitarrà, albaes, tabal y dolçaina.

La trama de esta variopinta representación carnavalesca descansa sobre el esquema de la visita de un virrey y su esposa, la virreina a Torrent, jornada en la que el pueblo, convocado para divertir a los señores, bailando y danzando, aprovechan para criticarles, ridiculizarles y burlarse de ellos calificándoles entre líneas de corruptos, prepotentes, negados y estúpidos, que era la tónica de los gobernantes de la época, como se ve, iguales, o muy parecidos, a los de ahora.

Son seis los bailes o comparsas que actúan en lo que es una especie de opereta bufa interpretada al compás de tabal, dolçaina, clarinet, guitarres y bandúrries. La virreina baila con el cura, en el banquete se ofrece alimentos que no lo son, un barbero degüella a un seguidor del virrey para robarle, la virreina se entera y se desmaya al conocer la noticia, los labradores bailan en torno a una tela agujerada por donde meten y sacan la cabeza, y al final se produce una trifulca entre guardias y gitanos.

La representación va "in crescendo", con bailes, músicas y cantos hasta desembocar en el calderón de la guerra campal, la pelea entre los propios intervinientes en la obra, de tanto asombro que ha pasado al diccionario de los dichos valencianos con el muy conocido del repertorio: "S'acabà com el Ball de Torrent, que començà caminant i acabà corrent o a garrotades".

Con el paso del tiempo se perdió esta representación y la gente comenzó a llamar Ball de Torrent a cualquier acto donde salían a escena grupos a bailar cualquier coreografía de nuestro folclore tradicional valenciano.

En su memoria, existe el Grup de Ball de Torrent, grupo de danzas, con rondalla y escuela, en Torrent, y en 1975 el Grup Alimara lo rescató del baúl de los recuerdos e integró en su repertorio.