La Generalitat valenciana tiene previsto poner a la venta, a partir del próximo mes de septiembre, un reloj de "alta calidad" que incorporará la tecnología Móbilis y que facilitará la carga y validación de las tarjetas en el transporte público.

Este nuevo soporte, del que no ha trascendido su diseñador ni tampoco la empresa que los servirá, empezará a utilizarse en los municipios de Castelló, Benidorm y Alicante, y ya ha sido probado con éxito, según la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente.

El reloj funciona como las tarjetas sin contacto, acercando la esfera a la validadora, una forma de que el usuario "tenga siempre a mano" el dispositivo y de acceder al transporte público de forma más rápida.

Este soporte se venderá a través de la web de la Agencia Valenciana de Movilidad (www.avmm.es) en relojerías y quioscos autorizados al precio de un reloj convencional, e incluirá dos viajes gratuitos promocionales. Los relojes, sumergibles y de "alta calidad", presentarán además diseños variados para cada perfil de usuario, con el objetivo de "fomentar el coleccionismo" e incluso que puedan ser utilizados como regalo para familiares y amigos. La Agencia Valenciana de Movilidad trabaja en la introducción de otros dispositivos Móbilis, como llaveros y pulseras.

Valencia fue una de las primeras ciudades en implantar, en el año 2009, el sistema de tarjetas sin contacto en los servicios regulares de transporte público de viajeros. Este soporte ha tenido, según afirman desde la Conselleria de Infraestructuras "una excelente aceptación" y se ha convertido en el sistema de acceso de millones de desplazamientos en el transporte público del área metropolitana de Valencia, señalan las mismas fuentes.

Tarjetas entre 1 y 4,5 euros

En este caso el precio de la tarjeta recargable, que sirve para un año, tiene un coste de entre 1 o 4,5 euros, dependiendo de si se trata de un dispositivo de cartón, de plástico o está personalizada, que es la más cara pero que tiene una vigencia de cinco años.

Las mismas fuentes explican que este sistema ha propiciado una mayor velocidad de cancelación e incremento de la velocidad comercial, mejor fiabilidad y menor deterioro de los soportes, así como una disminución de los costes de mantenimiento de las máquinas de peaje.