Lleva 13 de sus 36 años investigando fuera de su Valencia natal, los cuatro y medio últimos como profesor asistente del Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Boston, el Olimpo de la ciencia. Allí, a 5.900 km de su casa de Mislata, Pablo Jarillo-Herrero dirige un grupo de 20 científicos que escrutan las asombrosas propiedades electrónicas y ópticas del grafeno, el material semimetálico de un átomo de espesor €un millón de veces más fino que un folio€ que desde que fue descubierto hace ocho años está llamado a revolucionar el futuro.

Obama acaba de premiar a Jarillo-Herrero y a otros prometedores 95 jóvenes que investigan en EE UU. El miércoles, el presidente les recibió en el ala oeste de la Casa Blanca para felicitarles por su trabajo. El galardón presidencial, un millón de dólares en cinco años € 200.000 euros anuales€, permitirá a Jarillo-Herrero consolidar su pionera investigación de los fenómenos de transporte cuántico en grafeno y aislantes topológicos que, según el jurado, «ha ampliado la comprensión de la estructura electrónica fundamental del grafeno y ha sentado las bases para futuras aplicaciones energéticas»

¿Cómo valora el premio del presidente de EE UU?

Ha sido una enorme satisfacción, y la recepción con el secretario de Estado de Energía y premio Nobel de Física, Steven Chu, y con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca muy emocionante. Además es un apoyo muy importante para mi carrera investigadora en el MIT.

Obama les dijo que los descubrimientos en ciencia «no sólo fortalecen nuestra economía, sino que nos inspiran como pueblo». ¿Una lástima que no todos los presidentes piensen igual?

EE UU es uno de los pocos países que muy pronto, a principios del siglo XX, se dieron cuenta de que el desarrollo tecnológico tenia que ir precedido de investigación científica básica. Por eso ha apoyado mucho esa ciencia fundamental, y ahora está recogiendo los frutos siendo el país tecnológicamente más desarrollado del mundo. Esa visión les ha hecho muy fuertes y ha contribuido a que sean capaces de importar talento de todo el mundo y de dar oportunidades a la gente joven para que se desarrolle más la ciencia y la tecnología.

¿Una pena que no haya encontrado esas oportunidades aquí?

En España no existe la misma confianza que en EE UU con la gente joven. Tengo muchos amigos con gran talento, que están haciendo física a un nivel muy alto en España, pero que les está costando mucho más por falta de oportunidades y de confianza. En EE UU a la gente joven inmediatamente se le da mucha confianza y apoyo.

¿Cómo se ven desde Boston los recortes en ciencia en España?

Los recortes en investigación no creo que ayuden a salir de la crisis. Si la economía fuera un coche al que hay que quitar peso, habría que desmontar las puertas y asientos, pero no prescindir del motor, que eso es lo que es la investigación, la ciencia y la tecnología para un país.

Las expectativas que despertó el grafeno tras su descubrimiento en 2004 fueron enormes. ¿Podemos tocar ese futuro ya?

Se están obteniendo muchísimos resultados de investigación básica. Quizá ahora la gente sea más impaciente que antaño. Normalmente cuando se descubre un nuevo material pasan entre 20 o 30 años hasta que se comercializan sus aplicaciones. Así, por ejemplo, el transistor hecho con silicio se descubrió en los años 40 y hasta los 70 no se generalizó en los ordenadores. El grafeno, que se aisló por primera vez hace 8 años, todavía se está investigando a nivel muy fundamental. Aún queda mucho por investigar para realmente explotar todas las posibilidades que ofrece.

¿En qué trabaja su grupo de investigación en el MIT?

Estudiamos además del grafeno los aislantes topológicos, un material que se descubrió poco después pero que comparte propiedades con el primero. Por ejemplo, que los electrones, los portadores de carga, en ellos están descritos por física relativista, y eso ocurre en muy pocos materiales. Por eso tienen unas propiedades electrónicas y ópticas bastante distintas de los semiconductores o metales convencionales. Estamos haciendo estudios tanto de transporte electrónico del grafeno y de los aislantes topológicos, como de sus propiedades ópticas y optoelectrónicas

¿Qué propiedades ópticas le atraen más del grafeno?

Una es que es bastante transparente. No hay muchos materiales que sean conductores, transparentes y al mismo tiempo flexibles. Eso lo hace muy atractivo para pantallas de teléfonos móviles, como recubrimiento de células solares o en cualquier dispositivo que precise de un material que sea conductor pero que al mismo tiempo sea transparente y no bloquee la luz. Yo trabajo sobre todo en otra propiedad que hace único al grafeno, que es que la poquita luz que absorbe lo hace a cualquier longitud de onda. Las células solares de silicio sólo absorben luz de un solo rango de energía y el grafeno lo hace en todos, incluso en la radiación infrarroja. Esto lo hace muy interesante como fotodetector y también en sistemas de captación de energía térmica y solar que puede ser que sean más eficientes. Aún es pronto para tener resultados, pero el potencial existe.

¿Cuál es el mayor potencial de este revolucionario material?

Sus propiedades optoelectrónicas. La respuesta del grafeno cuando se le ilumina con luz y ese fotón que absorbe se convierte en un par electrón hueco, en portadores de carga, que luego son capaces de contribuir a una corriente eléctrica dentro del grafeno. Esto puede tener muchas aplicaciones y estamos trabajando mucho en este campo.

¿Va a desplazar al silicio?

El silicio, que es el material por excelencia en semiconductores y células solares, etc..., está tan implantado que va a costar mucho desplazarlo. Solamente en aquellas aplicaciones en las que el silicio no se puede utilizar o en las que las ventajas del grafeno sean extraordinarias, es donde este material va a tener una presencia mayor. No obstante, no es sólo un material nuevo, sino que es totalmente distinto de todos y con propiedades muy extraordinarias, con lo que aún nos falta mucho para poder entenderlo.