El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, enfrió ayer la decisión anunciada por el jefe del Consell, Alberto Fabra, de trasladar a los lunes la fiesta del 9 d'Octubre. Castellano, tras el debate interno abierto en el PPCV, dice ahora que el Gobierno valenciano tomará una decisión sobre el desvincular el Día de la Comunitat Valenciana de la fecha fundacional del Reino de Valencia por Jaime I, el 9 de octubre de 1238, "cuando escuche a todos".

Castellano se expresó así en una rueda de prensa al ser preguntado por las declaraciones de la secretaria de Señas de Identidad del PP, Maria Àngels Ramón-Llin, que en una entrevista a Levante-EMV aboga porque "el 9 de octubre sea fiesta caiga como caiga".

Las declaraciones de Ramón-Llin publicadas el viernes por este diario no son ni mucho menos las únicas en las que un dirigente popular aboga por mantener anclado el Día de la Comunitat Valenciana al 9 de octubre, ya que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, al día siguiente del anuncio de Fabra ya dijo que no se imaginaba a los estadounidenses y los franceses cambiando sus respectivos días nacionales.

La fractura abierta en el seno de los populares valencianos alrededor del 9 d'Octubre llevó ayer al conseller a aclarar que se trata de una propuesta "que está abierta" y en la actualidad "se está escuchando a todo el mundo y luego tomaremos las decisiones".

A continuación, el también secretario general del PPCV optó por salir en defensa del Consell: "No vamos a entrar en la demagogia. A valencianos no nos tiene que ganar nadie, ni a defender nuestro autogobierno, tampoco". "El 9 d'Octubre es muy importante para nosotros y lo tenemos a flor de piel, como el sentimiento valencianista", aclaro.

Con los ojos en la economía

Castellano, que trató de enmarcar la propuesta del traslado dentro de la actual "coyuntura" de crisis, dijo que este cambio hay que verlo "siempre desde el punto de vista económico", para la creación de puestos de trabajo y para que no se rompan las cadenas productivas por los puentes. El objetivo es "ganar desde el punto de vista económico", recalcó.

"Tenemos que tener en cuenta que estamos en una coyuntura en la que, cuando antes se quería negar la crisis, nosotros estamos ahora afrontando los problemas, agarrando el toro por los cuernos y tomando decisiones que por dolorosas que sean, hay que adoptarlas", concluyó.