La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) del Ministerio de Fomento ha abierto una investigación para recabar información sobre los aterrizajes de emergencia a finales de julio por falta de combustible de tres de los aviones de Ryanair el mismo día en el aeropuerto de Manises.

AESA ha iniciado dicha investigación con el objetivo de determinar las responsabilidades en las que pudiera haber incurrido la aerolínea de bajo coste irlandesa en el incidente, según han señalado fuentes del Ministerio de Fomento.

El jueves 26 de julio, tres aviones de la compañía aterrizaron de urgencia en el aeropuerto valenciano de Manises, debido a que habían alcanzado el nivel mínimo de reserva de combustible, tras haber tenido que desviarse desde Madrid Barajas por una tormenta y de sobrevolar Valencia durante cerca de una hora.

Hoy mismo, la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (Ceaccu) ha formulado una denuncia administrativa contra Ryanair ante la Dirección General de Aviación Civil para que investigue a la compañía.

Ceaccu reclama la imposición a Rynair de una multa de 4,5 millones de euros si se comprueba la veracidad de los hechos: "Atendida la extraordinaria gravedad de los hechos denunciados que han puesto en muy severo riesgo la seguridad de pasajeros y constituye una práctica promovida de modo deliberado por la compañía denuncia".

Asimismo, pide una sanción de suspensión de la licencia de explotación, título habilitante o derechos de tráfico otorgados a la aerolínea por tiempo de tres años.

La compañía irlandesa ha remitido un comunicado en el que su director de comunicación, Stephen McNamara, explica los motivos que llevaron a esta triple incidencia ocurrida en el aeropuerto valenciano.

"Como consecuencia de las fuertes tormentas en Madrid, los servicios de navegación aérea dieron instrucciones a una serie de aviones (entre los que se incluían tres aparatos de Ryanair) para que se desviasen al aeropuerto de Valencia", señala McNamara.

Tras sobrevolar la ciudad durante 50, 68 y 69 minutos, respectivamente, los tres aviones de Ryanair, "siguiendo los procedimientos de seguridad establecidos", pidieron autorización para poder aterrizar de manera inmediata dado que habían alcanzado "el nivel mínimo de reserva de combustible que permite que cada uno de los aviones pueda operar durante 30 minutos adicionales de vuelo (aproximadamente 480 kilómetros)", agrega la aerolínea.

Según el comunicado, los tres aviones aterrizaron "con normalidad" y "con niveles mínimos de combustible restantes (aproximadamente 30 minutos de vuelo)".