Pilar Marco, una estudiante de periodismo de la Universidad de Valencia cuyo programa Erasmus comienza el 31 de agosto en Viena, tendrá que viajar al Austria sin la cobertura de la tarjeta sanitaria europea.

Según los funcionarios de la oficina de la Instituto Nacional de la Seguridad Social de Torrent, donde intentó obtener el documento, al estar su padre, de quien depende económicamente, en el paro «no tengo derecho a a la cobertura», manifestó Pilar.

Los responsables del despacho, «de muy malos modos y sin atender a los papeles que les presenté, se negaron a hacerme la tarjeta sanitaria europea», explica la estudiante de Periodismo, que va a presentar «uno o los recursos que hagan falta, ya que si tengo derecho a la Seguridad Social en territorio español lo he de tener en la Unión Europea».

Alternativas

Falta menos de un mes para que la mayor parte de los estudiantes Erasmus inicien sus estudios y son muchos los que se pueden encontrar con este problema.

«Ante casos como éste nos aconsejan que nos hagamos un seguro privado y se desentienden», cuenta Pilar Marco indignada.

«Para estar tanto tiempo fuera es necesario contratar un buen seguro y además de que son muy caros, solo cubren el 80 % de los costes, con lo que tendría que pagar el 20% restante en efectivo», añade la joven, para quien resulta «increíble» que de repente la Seguridad Social «haya dejado de ser para todos», y señala que no entiende cómo es posible que estando su padre en el pa­ro le sugieran que contrate un seguro privado. «Cómo si por estar en el paro no pagáramos impuestos», dice.

Tras mucho insistir sobre su situación, a Pilar le han ofrecido la posibilidad de expedirle un certificado provisional sustitutorio, que sólo dura 3 meses, y que tendría que ir renovando, a la espera de que no se lo denieguen nunca.

Además, la joven podría encontrarse con que en las oficinas del INSS se le exige renovar personalmente el documento, algo complicado si al vencimiento se encuentra en Austria.

«Me dicen que es lo mismo pe­ro no es cierto, me he informado y se supone que es lo que te dan hasta que recibes la tarjeta sanitaria», añade la joven, quien resalta que nadie le garantiza que una vez allí no se quede «abandonada sin seguro médico».

«Además, no es lo mismo ir a una consulta médica con la tarjeta sanitaria que con un papel en español del que pueden no fiarse», sentencia.

Tras superar un examen de capacitación en el idioma del lugar solicitado y lograr la concesión de tan ansiada beca, el estudiante tiene que llevar a cabo numerosas gestio­nes en la Administración pública. Y uno de los trámites más importantes es la obtención de la tarjeta sanitaria europea que garantiza a cualquier español la total cobertura ante cualquier enfermedad o incidente en el extranjero.