Tres aviones de la compañía aérea Ryanair fueron autorizados a efectuar un aterrizaje de emergencia el pasado jueves 26 de julio en el aeropuerto de Manises, al que llegaron tras ser desviados desde la terminal de Barajas, después de lanzar un aviso por falta de combustible.

Según informa el Sunday Independent, los tres vuelos fueron desviados desde Madrid-Barajas a Valencia por el Control de Tráfico Aéreo como consecuencia de una tormenta eléctrica que desaconsejaba el aterrizaje en la capital madrileña.

Ya en Valencia, las aeronaves tuvieron que permanecer en cola en vuelo, a la espera de recibir permiso para aterrizar, algo que se adelantó a raíz de la llamada de emergencia emitida por los comandantes de la empresa, que alertaron de que no disponían de combustible suficiente y consiguieron prioridad para aterrizar.

Según las grabaciones de las conversaciones entre el piloto y Control de Tráfico en Valencia, el comandante de vuelo emitió un claro mayday por falta de combustible, algo que se repitió apenas tres minutos más tarde y hasta en una tercera ocasión.

El portavoz de la empresa, Stephen McNamara, confirmó al rotativo irlandés estas informaciones, asegurando que la única razón del suceso estriba en el desvío que sufrieron los aviones. Además aprovechó para disculparse "sinceramente" con los pasajeros afectados.

Los riesgos del plan de eficiencia

El combustible que deben cargar los pilotos de la aerolínea irlandesa para sus viajes está estipulado en un plan de eficiencia presupuestaria de la compañía, del que se ha informado a la tripulación en al menos dos memorándum en los últimos meses.

El plan obliga a los pilotos a repostar la cantidad "mínima necesaria" para cumplir su plan de vuelo, y cualquier exceso debe ser justificado por escrito.

Sin embargo, según el número dos de la dirección de los pilotos de Ryanair y capitán de la base de Stansted, Shane McKeon, "continúa habiendo un pequeño número de comandantes que parecen tener problemas" con este protocolo.

A este respecto, McKeon se mostró contundente a la hora de afirmar que "algunas de las explicaciones dadas por los comandantes de vuelo para cargar fuel de más no son aceptables. La excusa más irracional es que les gusta aterrizar con tres toneladas de combustible. Ésa no es la política de Ryanair, es totalmente inaceptable y no es para lo que se les paga".