La «herencia» dejada por Zapatero al Gobierno de Mariano Rajoy se ha convertido en el argumento para justificar todo tipo de recortes y medidas impulsadas desde el Estado. El Consell de Fabra, por su parte, está siendo más sutil a la hora a la hora de juzgar la gestión de sus antecesores. Y aunque el propio presidente ha defendido ese modelo, la política de hechos consumados pone de relieve que tanto los grandes proyectos ideados en tiempos de Zaplana como los eventos promovidos bajo mandato de Camps se han convertido en una herencia envenenada para Alberto Fabra. Tanto que en su primer año está borrando del mapa el legado de sus antecesores.

Ciudad de las Artes y las Ciencias

Es el último movimiento del Consell para soltar lastre. Se estudia sacar a concurso la gestión de todo el complejo de ocio, que en su conjunto ha costado a la administración 1.142 millones de euros. Solo l´Oceanogràfic, que gestiona una entidad privada, da beneficios. La Generalitat ha tenido que aportar 67 millones en subvenciones de capital y 58 más para compensar pérdidas.

El macrocomplejo, ejecutado durante el mandato de Eduardo Zaplana, ha sido convertido por la oposición en el símbolo del «derroche» y la «megalomanía». EU denunció que los honorarios globales del arquitecto Santiago Calatrava ascienden a 94 millones. Actualmente, la empresa pública Cacsa negocia un ERE de 140 despidos en una plantilla de 325 trabajadores.

Ciudad de la Luz

La Ciudad de la Luz, proyectada por Zaplana e inaugurada por Camps hace siete años, ha sido otro agujero sin fondo para el Consell. Nació con la vocación de convertir a Alicante en escenario de superproducciones cinematográficas, aunque ha tenido que recurrir a subvenciones para atraer grandes proyectos. Su deuda está en torno a los 180 millones y ahora mismo pesa sobre la empresa como una condena la obligación de devolver los 265 millones de euros en ayudas otorgadas por la Generalitat, después de que la Comisión Europea (CE) las declarara ilegales.

Hace unas semanas el Consell reconoció estar «abierto a cualquier solución» para deshacerse de la empresa, «incluida la venta, alquiler u otro tipo de colaboración público-privada».

Terra Mítica

Tras años inyectando millones para cubrir las pérdidas, a finales de 2011 el Consell se desvinculó definitivamente del parque temático de Benidorm, ciudad donde comenzó su carrera política Eduardo Zaplana. La Generalitat tenía el 22%, y se lo quedó Aqualandia, actual gestor del complejo de ocio. La venta permitió cancelar la deuda de 45 millones concedidos al parque, y ponía punto final a un proyecto que también arrastró a las extintas cajas valencianas CAM y Bancaja.

Fórmula Uno

La gran promesa de Francisco Camps en las elecciones de 2007 se ha convertido en una patata caliente para Alberto Fabra. El PP prometió «coste cero» por la celebración de la prueba, pero ha terminado por convertirse en un evento 100 % público: el Consell sufragó la construcción del circuito (unos cien millones), y tras el fiasco de Valmor, la empresa que debía gestionar la prueba, la Generalitat paga directamente el multimillonario canon (28 millones en 2012). En 2013 no habrá carrera, un «balón de oxígeno», según reconoce el Consell, que se ahorra el canon. Para el futuro el escenario teórico es la alternancia con Cataluña, es decir, la celebración de la prueba cada dos años. De momento, no hay nada firmado, y la Generalitat no parece tener prisa en resolver el problema.

Global champions (hípica)

Otro de los grandes eventos destinado a situar Valencia en el mapa fue la «fórmula 1 de la hípica». Con todo, las tres ediciones de la Global Champions Tour, han sido más caras que mediáticas pese a la participación de la flor y nata mundial. Las tres pruebas celebradas en la Ciutat de les Arts costaron en concepto de canon 2,26 millones. A ello se suma la cobertura televisiva de un evento que, al menos en Valencia, no generó mucho interés: en el mejor de los casos, congregó a 7.000 personas ante las pantallas de RTVV. En 2012 se celebró en Oliva con gestión enteramente privada. Para 2013, la prueba desaparece de la C. Valenciana.

Golf y tenis

El Castelló Masters de golf que el entonces presidente Camps impulsó en 2008 junto al jugador Sergio García está ahora mismo en el aire. El Consell no anunciará la cita hasta no estar «seguro» de su rentabilidad, aunque hoy por hoy parece no tener cabida en el calendario europeo, prácticamente cerrado. Sí habrá Open 500 de Tenis Valencia en el Àgora, pero existen serias dudas sobre su futuro, que podría pasar por la entrada de la gestión privada.

EU exige saber qué uso se le dará a Cacsa

El diputado de EU Ignacio Blanco opinó ayer que «no se tenía que haber invertido tanto dinero en un proyecto ruinoso y sin función social». Blanco se refirió así a la posible privatización de la gestión de la Ciudad de las Ciencias, escenario que estudia el Consell. «Es una solución de emergencia para no seguir perdiendo dinero, pero hay que ver las condiciones. ¿Qué uso se le dará? ¿Qué función social le dará el operador? Hay que estudiar fórmulas de mantenimiento del carácter público de la explotación», opinó, al tiempo que criticó que en el último año el presidente Fabra «ha estado justificando» esta obra.