Las últimas medidas adoptadas por el Ministerio de Sanidad están tocando de lleno el bolsillo de los pacientes, especialmente de los más mayores, que por vez primera tienen que pagar por las medicinas que se les receta en el centro de salud.

Médicos de familia advierten de que ya se están detectando casos de pacientes que están abandonando sus tratamientos ante el rechazo o la imposiblidad de pagar por los medicamentos.

Muchas preguntas y peticiones de cambio de medicación por otra más económica está atendiendo Javier Blanquer, responsable de Comunicación de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria. «Me preguntan si se pueden dejar de tomar las pastillas, si es grave suspender el tratamiento...». Lo importante, añade Blanquer, «es explicar al paciente la importancia de que no incumplan los tratamientos de una forma brusca, por que tal vez al principio no lo noten, pero a la larga les puede pasar factura».

Tos, diarrea o varices sin curar

Pero la situación puede ser más grave cuando, a partir del 1 de septiembre, Sanidad deje de financiar 417 medicamentos para dolencias tan frecuentes como las varices, las hemorroides, la tos o la diarrea. «Habrá problemas con el cumplimiento de los tratamientos porque algunos de estos fármacos cuestan más de 30 euros y habrá pacientes que no los puedan pagar», afirma Carlos Fluixá, presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria.

Un ejemplo es el medicamento Omacor para pacientes que tienen niveles altos de triglicéridos. Un fármaco que, según apuntan desde las farmacias, no tiene sustituto y su precio roza los 69 euros. «Me queda una caja en el almacén y la voy a devolver porque tengo muy claro que ya no la vendo», señalaba el viernes una farmacéutica de Alicante tras conocer la lista definitiva de medicinas que salían del sistema de financiación hecha pública por el Ministerio de Sanidad.

Para esta boticaria el abandono de tratamientos es casi un hecho. «Quien necesite un antidiarreico se lo comprará porque nadie puede aguantar con una diarrea fuerte, pero con otros fármacos, como por ejemplo para las varices, no ocurrirá los mismo. Si pueden aguantar sin ellos, los pacientes no los comprarán».

Por otro lado, también se está notando el acopio de medicinas que los pacientes hicieron en los meses previos a la entrada en vigor del copago farmacéutico y que, a juicio de los boticarios, es la principal causa del descenso de las medicinas dispensadas durante julio.

En julio se prescribieron 7,8 millones de recetas, lo que representa un 16 % menos. Durante el primer mes de aplicación del copago, el gasto farmacéutico descendió en 38 millones de euros menos respecto a 2011, según los datos provisionales de la Consejería de Sanidad y los colegios de farmacéuticos.