Aunque los casos extremos hablan de parejas con hijos que pagan la hipoteca de su vivienda gracias a las cantidades que reciben de las pensiones de sus padres, lo cierto es que las ayudas económicas procedentes de las pagas de jubilación de los más mayores se destinan la mayoría de veces a los gastos más primarios. Así, la edición 2011 del Panel de Consumo Alimentario confeccionado de forma anual por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente confirmó que durante el año pasado los ciudadanos españoles mayores de 65 años compraron un total de 957 kilos de comida al año, lo que supuso un aumento del 3 % respecto a la misma cifra del informe editado en el año 2010. Huevos, pescado, pan, hortalizas y frutas frescas, aceite de oliva, legumbres y vinos con denominación de origen fueron las viandas elegidas por los más mayores para llenar despensas y neveras, en un claro guiño a un menú saludable y destinado a toda la familia.

En un contexto general de descenso en el consumo, el hecho de que los abuelos decidan comprar más ilustra claramente un escenario de ayuda a los hijos en la cesta de la compra, dándose casos en los que toda la familia acude de forma diaria a comer a casa de los abuelos. De hecho, tanto las parejas con hijos pequeños €con una disminución del gasto del 5 %€ y los hogares con descendientes en edad mediana €un 7 % menos en el desembolso por la cesta de la compra€ decidieron concentrar su gasto en comida, derivando el dinero a otros gastos.