La alcaldesa del Madrid, Ana Botella, aseguró ayer que si ya hay una Defensora del Pueblo, "¿por qué tiene no puede haber una Defensora del Pueblo común?". La primera edil de la capital se alinea así con las tesis del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, que a finales del mes pasado propuso la reestructuración y reducción de figuras como el Síndic de Greuges.

Botella considera que no es viable "tal y como está" el Estado autonómico, porque ha ido incrementado sus gastos de funcionamiento hasta llegar a ser insostenible económicamente, y ha apostado por reformarlo adelgazando algunas cuestiones y manteniendo "las muchas cosas buenas que tiene", con el objetivo de que sea viable. Tampoco descarta que se puedan devolver competencias. Botella precisa que cualquier reforma debe ser "por consenso" con el PSOE.