Tres olas de calor africano -la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) no descarta que se produzca una cuarta- y un persistente viento de poniente han convertido el presente agosto en uno de los periodos más calurosos de los últimos años. A falta de que concluya el mes, los termómetros de la Comunitat Valenciana no registraban temperaturas tan elevadas de forma tan seguida desde el agosto del año 2003, el más cálido desde que en 1971 se comenzaran a recopilar los datos meteorológicos.

Pese a que las previsiones apuntaban hacia un ligero descenso de las temperaturas a finales de esta semana, lo cierto es que el calor ha seguido apretando con intensidad, en especial durante las noches en los municipios costeros, que ya arrastran más de una semana de madrugadas tropicales en las que se han superado los 23 grados. Un calor que sumado a la humedad relativa del ambiente han logrado que el insomnio se haya erigido en el gran protagonista.

Bicorp se lleva el premio

Los vecinos de Bicorp, en La Canal de Navarrés, tienen el honor de haber presenciado la jornada más calurosa del año. En este punto del interior de la provincia de Valencia el mercurio alcanzó los 44 grados el pasado 10 de agosto, marcando el récord autonómico de 2012. Además, ciudades como Xàtiva, Carcaixent y Alcoi, han registrado máximas que superaban los 40 grados a lo largo de varios días. Unas cifras que han colaborado en la fuerte sequía que azota todo el territorio valenciano, ya que apenas se han producido precipitaciones significativas desde el pasado junio.

Un junio y un agosto históricos

El intenso y prolongado calor del mes de agosto, a escasos días de que llegue su fin, contrasta con un mes de julio "normal", en el que la temperatura media se sitúo en los 23,9 grados, un dato sólo 0,3 grados superior a la temperatura media habitual de las últimas décadas, según los datos de Aemet.

Sin embargo, al igual que agosto, el pasado mes de junio también fue uno de los más cálidos de los últimos cuarenta años. El fuerte viento de poniente, presente en la mayoría de los primeros días estivales, logró que el junio de 2012 fuera el segundo más cálido, con 26,4 grados de media.

La previsión para los próximos días es que las temperaturas máximas empiecen a suavizarse.

Las noches tropicales preludian una gota fría

Los municipios costeros siguen registrando temperaturas mínimas superiores a los 23 grados. Esta circunstancia da lugar a las llamadas noches tropicales, en las que la sensación de bochorno derivada del calor y la humedad se apodera del ambiente. Por otra parte, estas madrugadas tropicales contribuyen directamente a que el mar Mediterráneo aumente su temperatura, y por tanto sea más inestable de cara a las épocas más frías. Tal como explica Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante, el hecho de que no haya un descenso importante de la temperatura por la noche favorece que el agua vaya ganando grados, transformándose "en un mar prácticamente tropical". Esto podría favorecer que en otoño, cuando bajen definitivamente las temperaturas, el fenómeno conocido como gota fría pueda cobrar vida. El rápido enfriamiento del agua en septiembre u octubre podría dar lugar a tormentas muy intensas en las que se descargue una gran cantidad de agua en un corto espacio de tiempo.